La vida de Meghan Markle ha dado muchos cambios en los últimos años. Entró y salió de la Familia Real inglesa (con todo lo que eso implica). Se casó, tuvo un hijo y ahora -que espera a su hija para los próximos meses- se dedicó a escribir.
La esposa del príncipe Harry aprovechó su embarazo para trabajar en secreto en un nuevo proyecto que acaba de anunciarse: escribir y publicar su primer libro de cuentos infantiles.
Basado en lo que ha aprendido al lado de su marido, el príncipe Harry, y el pequeño Archie, esta primera incursión de la duquesa de Sussex en el mundo de la literatura infantil es con un cuento titulado "The Bench" ("El banco"), cuyo argumento trata sobre la especial relación que se crea entre un padre y su primogénito narrado a través de los ojos de una madre. “Una historia que captura las muchas maneras en las que el amor se expresa en una familia moderna”, explica el comunicado que anuncia el lanzamiento de la pieza.
“Comenzó como un poema que escribí para mi marido el Día del Padre un mes después de que Archie naciera”, explicó la propia Meghan sobre este libro. “Ahora se ha convertido en una historia más larga, que el ilustrador Christian Robinson acompañó con preciosas y coloridas acuarelas que capturan perfectamente el calor, la alegría y el confort que supone la relación entre padres e hijos durante todas las facetas de la vida”, continúa.
“Mi esperanza ahora es que este libro resuene en todas las familias, independientemente de cómo sean, tanto como lo ha hecho en la mía”, señaló Meghan, que ha contado con la ayuda de la editorial Random House para llevar a cabo este proyecto que verá la luz en el mercado anglosajón el próximo 8 de junio.
Por cierto, no es la primera vez que alguien de la Familia Real británica o cercana a ella prueba suerte en el mundo de la literatura infantil. En 1980, el propio príncipe Carlos de Inglaterra publicó un cuento titulado "The Old Man of Lochganar" en el que narraba la vida de un anciano que vivía dentro de una cueva situada en los acantilados cercanos a la residencia de Balmoral (el lugar donde su madre, Isabel II, pasa todas las vacaciones de verano). En aquel entonces, lo editó por motivos benéficos, ya que todo lo que se recaudó con la venta se destinó a causas solidarias.
