Nicole Neumann contó su verdad sobre la separación de Fabián Cubero y reveló que buscó a Gabriel Rolón para hacer terapia - Revista Para Ti
 

Nicole Neumann contó su verdad sobre la separación de Fabián Cubero y reveló que buscó a Gabriel Rolón para hacer terapia

Pocas veces Nicole Neumann habló de cuando se separó de Fabián Cubero. Ahora, se sinceró y confesó el momento en el cual descubrió que no estaba más enamorada y cómo enfrentó la situación.
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Nicole Neumann supo cómo cambiar la manera de tomarse la vida. En una entrevista con Sebastián Soldano para Infobae, comentó que está convencida de que "la felicidad es una elección". "Trabajo la abundancia y el agradecimiento por todo lo que tengo: la salud de mis hijas y la mía, el trabajo, un hogar, un amor", reveló.

Pero reconoció que estuvo cara a cara con la depresión. Y por primera vez habló del momento en el cual descubrió que no estaba más enamorada de Fabián Cubero, el padre de sus hijas. "Todo comenzó al darme cuenta de que ya no estaba enamorada del padre de mis hijas (Fabián Cubero). Viví ese desamor como una frustración enorme. La culpa me carcomía. Ejercía una presión constante sobre mí misma: ´No, no puedo separarme, tengo que lograr una pareja perfecta para el resto de la vida´. No debía repetir con las chicas todo eso que yo había vivido en casa. No podía permitirme causarles ese dolor. Ellas tenían que ser felices", confió en esa entrevista.

Y contó: "Luché con eso durante un año entero. No podía estar en casa. Llegaba, tal vez, a las 11 de la noche, me calzaba los rollers y salía por el barrio como loca".

Esperaba quedarse sola en su casa para llorar y descargar la angustia. "No quería que mis hijas me viesen triste. Al quedarme sola, bajaba las persianas, cerraba todo y gritaba contra la almohada para descargar todo lo que traía dentro", confiesa.

El día que llamó a Gabriel Rolón

Como nunca antes, Nicole compartió cómo vivió la etapa en la cual descubrió que la relación con Cubero había llegado a su fin. "Transitaba sin ganas. Sufría insomnio. Había perdido hasta el apetito y vivía como en piloto automático. Estaba apagada. Hasta que un día me dije: ´Pará, esto debe ser lo más cercano a la depresión´", admitió.

Fue entonces cuando se le ocurrió buscar ayuda y pensó en Gabriel Rolón. "Hacía poco me había llegado su libro Encuentros: el lado B del amor, y ya en la segunda página pensé: Debo hacer terapia con él", señaló.

Y Rolón la ayudó a salir adelante: "Me hizo entender que debía sincerarme con mis hijas. Que disimular lo que se vivía en casa era contraproducente", compartió.

"El mensaje tenía que ser claro para ellas: ´Chicas, no se queden en donde no sean felices, porque jamás harán felices a los demás´. Hacerme cargo era también una forma de liberar a su papá. De decirle: ´Ya no puedo hacerte feliz, andá y lograrlo en otra parte´", explicó.

Aquello fue sanador y constructivo: "Fue como gestar una cofradía con mis hijas. Un equipo. Saben que pueden preguntarme todo. Que todo se habla. Que la verdad de lo que somos y sentimos está aquí, no en los medios. Entendí que está bueno poder decirles: ´Perdón gordas, hoy mamá está un poco triste. Eso no solo nos unió mucho más, sino que además les dio tranquilidad".

"Amor es amor si es fácil y sano. Cuando duele y se complica, hay que cortarlo", reflexionó. Y recordó: "Siempre vivía embrollada, en situaciones raras en las que la pasaba pésimo y cuando entendí de qué va realmente desarrollé una nueva habilidad –bromea–: en la primera que te cazo es un ´me encantó conocerte, besito, bye´. Ya sé qué quiero en términos de relaciones. Hoy, con esto que estoy viendo, finalmente digo: ‘¡Esto era el amor!’", analizó celebrando lo que está viviendo hoy con Manu Urcera.

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