Pablo Alarcón y Claribel Medina fueron una de las parejas más queridas del ambiente artístico. Se casaron, tuvieron dos hijas —Agostina y Antonella —, se separaron y, con el paso del tiempo, lograron reconstruir un vínculo basado en el respeto, el cariño y, sobre todo, la amistad.
La ex pareja de actores participó en la edición de este miércoles del programa LaPe Club Social (América), donde Pablo y Claribel compartieron una charla distendida con Sergio Lapegüe, Mai Pistiner, Mauro Zeta, Mica Lapegüe y el resto del panel.
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Allí, entre anécdotas, bromas y momentos emotivos, hablaron sobre su historia en común, su presente como dupla escénica y la obra que los reúne: Es complicado, una comedia con tintes autobiográficos que se presenta en el Teatro Regina.
“Ya no tenemos motivos para pelearnos”
Durante la entrevista, entre risas y recuerdos, los actores confesaron que hoy pueden trabajar juntos porque “ya no hay más argumentos para discutir”. “Lo mejor del amor es la amistad”, aseguró Alarcón, una frase que resume el espíritu del vínculo que lograron construir después de tres décadas de separación.
Aunque reconocen que sus personalidades son muy diferentes —ella extrovertida y frontal, él más introspectivo—, encontraron una forma de convivir en armonía sobre el escenario. “Estamos en un momento de la vida donde entendemos más, tenemos más inteligencia emocional”, reflexionó Claribel.
De la crisis a la complicidad
Claribel también recordó el difícil momento en el que Pablo fue noticia por salir a la calle con un gorro a recitar textos porque no tenía trabajo estable. Lejos de juzgarlo, ella habló de su espíritu aventurero: “Pablo es así desde siempre. Cuando lo conocí en Puerto Rico ya era un hombre libre, había hecho circo, vivido en Italia, vendido artesanías. Tiene alma de artista y buscador”.
Hoy, ese mismo espíritu lo lleva a subirse al escenario junto a su exesposa para contar, con humor y honestidad, lo que significa amar, separarse y volver a encontrarse desde otro lugar.
Una obra que refleja la vida misma
Es complicado es mucho más que una obra de teatro. Es el espejo donde se reflejan las contradicciones, las risas, las discusiones y los afectos que atraviesan a cualquier pareja. Alarcón y Medina, con oficio y ternura, demuestran que el amor puede transformarse y que, cuando hay hijos en común y un pasado compartido, siempre hay lugar para la reconciliación emocional.
“Nos costó 30 años llegar a este punto, pero valió la pena”, admitieron. Y lo dicen con la tranquilidad de quienes ya no necesitan tener razón, sino disfrutar del presente.
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