La manicura japonesa tiene como fundamento el cuidado de las uñas, para fortalecerlas y mantenerlas saludables. Por cuestiones orgánicas, podemos llegar a tenerlas quebradizas o demasiado delgadas. O, quizás también, debido a varios meses de uñas con gel. En cualquiera de estos casos, sería ideal optar por este tipo de manicura, que permitirá que nuestras uñas "respiren" y vuelvan a su estado natural.
Las expertas emplearán una serie de técnicas para lograr una reparación e hidratación profunda de la uña, sobre la que se aplica al final brillo, pero sin esmalte.
Manicura japonesa, paso a paso
- El primer paso es limar las uñas a gusto de cada persona.
- En caso de que sea necesario, se retiran las cutículas.
- Para preparar la uña, se masajea con crema hidratante y, después, en lugar de esmaltar, se aplica en cada uña una pasta formulada especialmente para nutrir en profundidad. Un ejemplo, puede ser cera de abejas, tierra de diatomeas (un alga marina) con propiedades antibacterianas, vitaminasA, D y E, y polvo de silicio marino con queratina.
- Se pule la uña con una gamuza para conseguir que la pasta penetre por completo y la uña quede suave, libre de bacterias y sin inflamación.
- Para finalizar, se aplica polvo de perla de origen marino y rico en oligoelementos con propiedades fortificantes y nutrientes dejando un acabado pulido y brillante.
Las especialistas afirman que, a largo plazo, se consigue que la uña esté más nutrida, por lo que mejora su fortaleza y su aspecto de manera natural.
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