La llegada de un hijo es un momento de felicidad, no importa la pandemia que haya que enfrentar. Durante estos meses muchos fueron los cambios a los que mamás, papás, bebés y equipo médico nos adaptamos. Así lo explica el Dr. Ariel Masquef, obstetra de Halitus Instituto Médico.
La amenaza de un virus que envolvió al mundo en una pandemia trastocó todo. Y también afectó el momento clave en el cual una mujer se embaraza, atraviesa todo el embarazo, el parto y el puerperio. Así lo entiende el Dr. Ariel Masquef, obstetra de Halitus Instituto Médico.
Estar sola en los controles
Si bien, el control prenatal no varió, sí se modificó la forma en que se hacen esos controles. En primer lugar, la paciente hace ese recorrido bastante sola, ya no puede concurrir ni al consultorio ni a las ecografías acompañada. Por su parte, las parejas tienen que perderse momentos hermosos del crecimiento de ese bebé en la panza. Es bastante triste porque era un momento muy especial de la pareja, además de ser muy bueno ver a ambos involucrados en ese proceso. Pero como una manear de disminuir los riesgos de contagio, esas interacciones se suspendieron.
Además, en el encuentro con la paciente ya no nos podemos ver la cara y las expresiones, ya que estamos todos con protección.
El nacimiento sin abuelos y con selfies
El momento del nacimiento la pareja o la persona que va a acompañar a esa mamá puede estar, pero todos con protección. No hay nada que modifique el tipo de parto que se llevará adelante, que se haya consensuado con la mujer o que responda a cuestiones médicas. Sin embargo, ya no podemos salir a la “ventana” a mostrar al bebé a unos abuelos o familia que no puede estar del otro lado para verlo. No se permite la visita de los hermanitos, de los abuelos, de los tíos. La realidad es que las parejas lo transitan solos.
De todas formas, la llegada de un hijo es un momento de felicidad, independientemente de que puedan o no estar los familiares. Desde nuestro lugar, tratamos de sacarles lindas fotos al momento del nacimiento para que puedan distribuir en su familia, y así todos ser partícipes. Es verdad que hay un poco de nostalgia de lo que eran las otras formas, pero nada que opaque la llegada del bebé.
Embarazo y covid
En lo relacionado con la salud, no vimos una disminución en los controles. El embarazo tiene etapas y tiempos en el seguimiento muy rigurosos y que es importante poder hacerlos. Los controles y estudios que se piden en los diferentes trimestres, permiten detectar patologías y eso es innegociable.
Las principales inquietudes de las embarazas en este tiempo se concentraron en cómo puede afectar el COVID a su embarazo y a sus bebés. No hay, al día de hoy, reportados casos de hechos trágicos en la mujer embarazada que parió o que transcurrió el embarazo con el virus. Si bien todavía se sabe poco, los trabajos científicos evidencian que no traen grandes complicaciones en la embarazada, al menos no más que en la población general.
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Empatía y adaptación
La experiencia de acompañar a una mujer o pareja en el nacimiento de su bebé durante la pandemia requiere de mayor empatía y compromiso, para poder apuntalarlas, ayudarlas y lograr que algo que es muy alegre no se vea opacado por la pandemia. Es una situación extraordinaria la que les tocó atravesar, y todos los equipos médicos trabajamos para que sea igual de hermosa.
Fuente: Dr. Ariel Masquef, (MN 107646), obstetra de Halitus Instituto Médico
