La manicura escandinava es una de las últimas novedades en uñas. No es una técnica de esmaltado, sino más bien una estética característica de los países del norte de Europa, muy actual y de tendencia.
Su premisa es que solo se puede utilizar un color. Y quienes dan cuenta de su estilo son las influencers suecas, noruegas o danesas, a las quien difícilmente veas con una manicura bicolor o de diseño recargado.
En el abanico de posibilidades dentro de la manicura escandinava, también está la francesita clásica.
Uno de sus trucos infalibles es jugar con la opacidad de los esmaltes. Porque usar un solo color no tiene por qué ser aburrido, solamente es más discreto y es allí donde radica su elegancia.
La manicura escandinava es una muestra más del éxito de las uñas clean girl, que arrasaron en las redes sociales bajo diferentes estilos despojados y elegantes: rich girl y también las lip oil nails.
Mientras las primeras se caracterizan por ser minimalista como elegantes, dejando claro que el verdadero lujo es la sencillez, las segundas tienen la finalidad es la de imitar el acabado del gloss de los labios pero en las uñas. Como resultado, quedarán con una apariencia saludable y brillante, mientras le damos un toque de color sutil a partir del rosa claro.
En las redes suenan nombres como Emili Sindley o Matilda Djerf como algunos de los nombres propios que ponen en el radar de las tendencias de belleza con toda clase de trucos teñidos con esta estética basada en el diseño que expresa su belleza en un estilo de decoración simple, funcional y cálido, que combina blancos, colores neutros y maderas naturales.
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