Cuando llega el momento de elegir la mesa de comedor, es fácil tentarse por el diseño o la moda del momento. Pero ojo: una buena elección tiene que ser práctica, cómoda y, por supuesto, canchera.
Acá te dejamos una mini guía para que no falles.
La guía definitiva para elegir la mesa de comedor perfecta para tu casa (y para vos)
1. Medí bien tu espacio (y no a ojo)
Antes de enamorarte de una mesa gigante estilo banquete, asegurate de que entre cómodamente en tu comedor.
Tip clave: dejá al menos 90 cm libres entre la mesa y las paredes o muebles alrededor. Así podés moverte sin chocarte con todo
2. Pensá cuántos comensales querés recibir
¿Comés siempre sola o te encanta ser anfitriona? Si son pocos, una mesa redonda o cuadrada va perfecto. Si tu casa es el punto de encuentro de todos los cumpleaños y reuniones, una mesa rectangular o extensible es la mejor inversión.
3. El material importa (y mucho)
- Madera maciza: cálida, eterna y canchera. Aguanta todo.
- Vidrio: ideal para espacios chicos porque visualmente no "cierra" el ambiente.
- Mármol o piedra: un lujo, pero ojo que pesa y puede ser más delicado.
- Melamina o laqueados: prácticos, modernos y más accesibles.
¿El tip de oro? Elegí un material que banque tu ritmo de vida. Si tenés chicos o hacés muchas cenas, que sea resistente y fácil de limpiar.
4. La forma también habla
- Redonda: genera más charla y cercanía. Perfecta para ambientes más casuales.
- Rectangular: clásica, funcional y siempre da sensación de más "importancia".
- Ovalada: combina lo mejor de las dos: fluida y elegante.
5. No te olvides del estilo
La mesa tiene que llevarse bien con el resto de tu deco. ¿Clásico? ¿Nórdico? ¿Industrial? ¿Boho?
Si tu casa mezcla estilos, apostá por un diseño neutro y jugá con las sillas o los accesorios.
6. Sillas y mesa: ¿amigos o enemigos?
No alcanza con que cada uno sea lindo por separado: tienen que funcionar juntos.
Probalas antes: sentate, fijate que la altura sea cómoda, que puedas cruzar las piernas sin problemas, que no queden apretadas. ¡Son un equipo!
La clave está en encontrar ese equilibrio entre funcionalidad, estética y calidez. Porque la mesa no es solo para comer: es para reírse, brindar, emocionarse, compartir.
Así que tomate el tiempo, medí, soñá un poco... y elegí una mesa que te invite a quedarte horas charlando.
Fotos: Archivo Para Ti Deco.
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