Si todavía no viste la serie El Eternauta, esta nota incluye una pequeña escena de uno de los capítulos, así que: ¡spoiler alert! Porque lo que pasa no es solo ficción con efectos especiales: es historia en carne y hueso, o mejor dicho, en piedra y estuco.
Y es que la cúpula que se prende fuego en uno de los capítulos es la de la Parroquia San Pedro González Telmo, uno de los templos más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires. La escena no solo es impactante por lo visual, sino porque pone a este edificio histórico en el centro de una narrativa que combina ciencia ficción con memoria barrial. Nada es casual.

Parroquia San Pedro González Telmo: una iglesia con mil capas de historia
Ubicada en Humberto 1º 340, en pleno corazón de San Telmo, esta iglesia comenzó a construirse en 1734 y fue inaugurada en 1752.
En sus inicios era conocida como Nuestra Señora de Belén, pero hoy todos la llaman por el nombre del santo que le dio su identidad definitiva.

A lo largo de los siglos, fue escenario de todo tipo de eventos: desde las invasiones inglesas (cuando se usó como hospital y polvorín), hasta la fiebre amarilla de 1871, en la que volvió a convertirse en centro de asistencia sanitaria.
En su sacristía todavía se conserva una mesa de operaciones de mármol, testimonio silencioso de esa época.

La Parroquia San Pedro González Telmo y su estilo barroco, colonial, neocolonial y más
Lo que más llama la atención al pasar por la esquina es su fachada imponente y esas dos torres gemelas de 40 metros, que parecen custodiar el barrio desde las alturas.
Pero su estilo no siempre fue el que vemos hoy: entre 1916 y 1931, el arquitecto Pelayo Sainz la transformó con un diseño neocolonial barroco, borrando parte de su impronta colonial original.
#DatoCementero:
La torre en llamas, una imagen recurrente en esta primera temporada de El Eternauta, es una de las dos que presenta el templo. Desde Cementos Avellaneda, explican que están divididas en tres secciones: las inferiores, que son de forma cúbica, construidas en 1734; y las dos superiores, octogonales, que se construyeron en 1852. Estas alcanzan los 40 metros de alto y tienen influencia andaluza. Están adornadas con azulejos blancos y estucos que son parte del arte plateresco.

La cúpula, terminada recién en 1858 por el constructor italiano José Della Valle, es un verdadero ícono urbano.
Esa misma cúpula que vimos incendiarse en pantalla chica y que, sin efectos especiales, sigue en pie como testigo del paso del tiempo.

Una escena que parece decir más de lo que muestra
Adriana Claudia Cichero, más conocida por su usuario de Instagram como @lareinadelascupulas, lo dijo perfecto: en cuanto vio la escena del incendio, supo que era esa iglesia. La reconoció al instante. Y no es para menos: su silueta, su estilo, su presencia, la hacen inolvidable.
La decisión de usarla como locación para una serie que habla de resistencia, comunidad y memoria tiene mucho sentido. Esta iglesia fue hospital, fortaleza, templo, refugio. Fue muchas cosas, para muchos. Y en ese fuego simbólico del primer capítulo, parece condensarse todo lo que ya vivió.
En la serie lo dicen claro: "Ésta es la casa del señor". Pero también es un testigo de historias reales, de esas que nos atraviesan a todos. La Parroquia San Pedro González Telmo no es solo una postal del pasado: es un recordatorio vivo de que "Nadie se salva solo".


Fotos: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
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