Te presentamos a Marcela Alluz, una novelista que escribe sobre historias, personajes y confictos que salen a la luz con el sello del psicoanálisis y la fuerza de la ficción. Su última novela se llama “Mal de muchas”.
Margarita, la protagonista de la novela Mal de muchas de Marcela Alluz (El Ateneo) vive sus emociones con intensidad, y las lectoras comparten con ella enojo, angustia, ternura, tristeza… y culpa. Culpa por no ser la mujer que su madre quería, pero también porque no se permite vivir su propia vida. “Acá la mirada es femenina, pero en otros libros tomo muchos temas de la trama social. No me considero escritora exclusivamente de temas femeninos”, cuenta su autora, Marcela Alluz.
Mal de muchas... consuelo de novela
El título de la novela cuenta mucho… Pero a su “heroína” le queda mucho por seguir contando: Margarita deja el hogar donde desde hace diez años vive con su pareja y no tiene otra posibilidad que volver a la casa de su madre. La relación entre ellas nunca fue fácil, y el tiempo no la ha mejorado. A lo largo de la novela se nota que la protagonista ya lleva incorporada a su madre dentro de ella.
“La voz de la madre se le ha terminado volviendo propia –dice Alluz de su personaje- Ella deberá hacer las paces con esa voz y responder desde la suya. Confrontarla y ponerla en jaque. Aunque va a estar ahí siempre, para escucharla o hacerla callar, pero va a estar. Si a alguien le pasara mismo le diría que haga terapia, como Margarita”, advierte la autora, licenciada y profesora en Psicopedagogía y Enseñanza Primaria.
Alluz también integra el Forum Infancias, un movimiento que lucha para despatologizar infancias y adolescencias.
Vida de escritora
Marcela Alluz nació en Santiago del Estero, el 13 de enero de 1971. Pasó su infancia y adolescencia en esa ciudad que la marcó profundamente e inspiró algunas de sus novelas. Desde 1994 vive en Córdoba. Actualmente escribe, trabaja como psicopedagoga, cría cinco hijos y sueña con una larga carrera como escritora. “Mi sueño más grandioso es que la escritura sea mi profesión. Ojalá pudiera vivir haciendo eso”.
Y cuenta de su oficio de escribir: “En realidad, la crianza actualmente es con el último hijo que tiene doce años y que se ha acostumbrado a manejarse con autonomía, lo que me permite desde hace poco poder dedicar más tiempo a la profesión y a la escritura”
¿Cuánto hay de personal en esta última novela?
Mucho, como en la mayoría de lo que hago, lo que no quiere decir que sea autorreferencial. Hay de mí en la madre, en Margarita y en el mismo protagonista masculino, en algunos modos, formas de expresar y partes de historias que alguna vez me tocó vivir. Cada personaje me refleja un poco, más en las sombras que en las luces.
Los grandes temas de su escritura son la maternidad, el desarraigo y la nostalgia, todos cruzados por el psicoanálisis. Publicó “Contigo en la distancia”, “El dueño del río”, “La otra de mí” y un libro de relatos llamado “Brasas. Historias de vidas desabrigadas”.
“Escribir me abstrae de la vida diaria –cuenta a Para Ti- Me deja decir cosas de modos que en lo cotidiano no digo, me produce un encuentro conmigo misma y con las voces que me habitan. Me exorciza los demonios, me enfrenta con fantasmas y me permite ver qué hay debajo de ciertas sábanas. La escritura es una forma de revancha. Creo que es la manera de decir lo que en la vida diaria una calla y de imaginar otros mundos posibles y darles a historias propias o ajenas finales diferentes”.
¿Estás preparando algo nuevo?
Sí, tengo empezada la segunda parte de "Mal de muchas", que en realidad, no sería una continuación, ya que se puede leer como una novela independiente. Y también estoy con otra que aborda el tema de las relaciones de pareja actuales y sus contingencias. También relatos, que surgen de lo cotidiano, de la vida en las aulas, la clínica y la calle.
