¿El amor de pareja necesita una dosis de locura? ¿Por qué las relaciones pueden convertirse en una experiencia traumática que al mismo tiempo resulta atrapante? ¿Dónde está el enganche?
"Si el amor es un sentimiento que conjuga un estado afectivo con cierta dosis de racionalidad podemos inferir que el amor pasional es del orden de la emoción con la falta de regulación consciente y poca voluntad para controlar sus efectos; es más se necesita repetir ese nivel de intensidad", asegura el doctor Walter Ghedín, psiquiatra y sexólogo.
"Además el amor como sentimiento, a diferencia del pasional, debe entenderse como una experiencia empática que tiene como resultados la exaltación del vínculo. El amor pasional en cambio es más narcisista, hay una búsqueda de satisfacción personal aunque sean dos los implicados en la relación: “necesito complacer para complacerme”", continúa explicando el especialista
Sin empatía no existe el amor
El amor como sentimiento, para que se precie de tal y subyugue a los amantes debe poseer ese núcleo esencial que refuerza al mismo tiempo la unión y las expectativas individuales. "Sin empatía no existe el amor, tampoco sin exaltación de la estima. Es egoísta y altruista, como la mayoría de las experiencias humanas que incluyen al otro. En cambio el amor pasional completa una carencia, una necesidad que el otro debe colmar en forma inmediata", explica el doctor Ghedín.
Las relaciones amorosas pueden tener un comienzo pasional que luego se calma para dar lugar al sentimiento amoroso más tranquilo y perdurable en el tiempo.
"La idea de la falta es un problema para el amor pasional, aunque se viva con todo el cuerpo y los afectos a full: fomentó la desigualdad de género aportando siempre las reglas establecidas por los varones como condición de fuerza y patrimonio", continúa el psiquiatra.
"El patriarcado se establece sobre esta base de complementariedad en la cual el otro (la mujer), completa la “pieza” faltante del hombre, no como parte fundacional del vínculo amoroso, sino como aporte casi exclusivo a la masculinidad (refuerzo de la virilidad). Si esto no es individualismo o narcisismo que crece al amparo del género qué podemos decir de otras formas de egolatría. El amor sentimiento no es falta, tampoco es descalabro pasional, ni control, ni dominación, ni encastre de partes que se buscan y se necesitan. El amor es una experiencia del ser social que nutre su condición con la compañía de otro".
Siguiendo el mismo patrón
Los mapas del amor (que se configuran según las pautas de apego durante la infancia) pueden funcionar como esquemas rígidos que no permiten la inclusión de cambios. La clásica pregunta ¿por qué siempre me meto en relaciones complicadas y/o con personas que responden a un mismo patrón conductual? representan la repetición de un tipo de relación que tiene a la pasión, a la dependencia, al sufrimiento como reacciones necesarias para reproducir el modelo de apego.
"La demarcación subjetiva de las relaciones amorosas se halla influenciada por la educación, el status social, los modelos de atracción, las normas morales y religiosas, la filosofía de vida y la capacidad de cambio que cada sujeto posea", explica Ghedín.
"No obstante la oportunidad que cada uno tiene de cambiar, de romper con las fronteras instituidas por los mapas pretéritos y salir a la luz hacia nuevos territorios precisa de un “darse cuenta” y sostener el propósito de cambiar para mejora la vida personal y de relación. En síntesis: cada uno de nosotros puede y debe construir su propio mapa amoroso de acuerdo con el criterio de sus deseos y el libre albedrio. Aun así, algunos quedan presos en sus propios esquemas de afectivos y cognitivos que se les hace difícil sino imposible provocar el más mínimo cambio", continúa explicando.
"La dupla apego/desapego juega una función fundamental para crear los patrones de relación interpersonal y amorosa en el futuro adulto. Quizá no impacten tanto en los vínculos más laxos, es decir con menos compromiso personal, cuestión que difiere cuando interviene el amor y el devenir de pareja. Un aspecto relevante de la personalidad es generación de vínculos sociales, lo cual está determinado por la forma de percibir el mundo, de aprehenderlo con el pensamiento y las emociones. Y si bien esta trama que brinda identidad puede estar sujeta a los cambios de la maduración, el crecimiento y la expansión propia de la experiencia humana, en muchos casos su estabilidad defensiva impide el acceso de nuevas experiencias o representaciones", concluye el especialista.
Querer moldear a la persona amada de acuerdo a nuestro gusto, investirlo en objeto de posesión, generar culpa, celos, son algunas conductas que definen esta forma de amor pasional que está siempre exigiendo más compromiso
El amor pasional es adictivo y busca partenaires que bailen al son de una melodía cambiante, agotadora, pero en el fondo estimulante. Las personas que se adentran en este tipo de relación aprenden que luego del fuego amoroso vendrá el sufrimiento porque el otro se convierte en sujeto real que no está 100 % disponible para cumplir con las demandas.
"Las personas que viven sosteniendo una relación signada por la pasión están siempre desbordadas por las emociones: se sufre por la presencia pero también por la ausencia. Los intentos para que la razón medie en este conflicto la mayoría de las veces, son infructuosos. Las emociones pasionales son las reinas indiscutidas en estos vínculos. Y aunque se describa la situación con detalles (son plenamente consciente de lo que sucede) sienten que cualquier recurso de control fracasa ante el reclamo del otro", termina el dr Walter Ghedín.
