Hace unos días se supo que la vida de Amalia, la hija de Máxima y Guillermo, corría peligro. La heredara al trono tuvo que volver a vivir en el palacio familiar Huis ten Bosch tras ser amenazada de muerte. Fue a mediados de septiembre cuando medios locales revelaron que tanto la princesa Amalia como el primer ministro, Mark Rutte, habían sido "puestos bajo seguridad reforzada por temores a que fueran objetivo de grupos del crimen organizado, después de que sus nombres aparecieran en mensajes interceptados por la policía".
Detrás de estas amenazasa está La Mocro Maffia, el grupo narcodelictivo que amenazó de secuestrar y matar a la heredera al trono de los Países Bajos. El nombre de la princesa ha aparecido en mensajes de grupos del crimen organizado interceptados por la policía. El suyo y el del primer ministro, Mark Rutte. Ambos han sido puestos bajo seguridad reforzada porque las fuerzas de seguridad han detectado indicios de que líderes de la mafia tenían como objetivo a la princesa y al jefe del gobierno para un posible secuestro o ataque.
Asentada en Países Bajos y también en Bélgica desde mediados de los años ochenta, se la denomina Mocro Mafia, Mocro Maffia o Mocro-oorlog, y tiene su origen en grupos magrebíes (especialmente de Marruecos). Empezaron controlando la ciudad de Róterdam, uno de los puertos más importantes de Europa. Desde allí traficaban con todo tipo de drogas. Tenían conexiones con mafias del norte de África, para el tráfico de hachís y otros derivados.
Ya en los 2000, la Mocro maffia estableció contactos con los cárteles sudamericanos de la droga y se pusieron de acuerdo para el tráfico de cocaína hacia el norte de Europa. Poco a poco se fueron especializando en otros negocios, desde el tráfico de personas al de armas, pasando por el contrabando, los cigarrillos y el alcohol.
En 2012, se desencadenó la denominada Mocro War. El detonante fue el robo de una gran cantidad de cocaína en el puerto de Amberes. Varios clanes se enfrentaron en una loca escalada de violencia que le costó la vida a un centenar de personas. El 6 de julio de 2021, mataron a Peter R. de Vries, uno de los periodistas más famosos de los Países Bajos y especializado en el crimen organizado: a la Mocro maffia no le gustó que el reportero ventilara sus negocios públicamente.
En su haber tienen intentos de asesinato y de secuestro, decapitaciones, sobornos a funcionarios públicos, disparos a bocajarro contra abogados de víctimas o de testigos protegidos. Actúan en el corazón de Europa. El primer ministro, Mark Rutte, que cayó en las amenazas de la Mocro Maffia suele moverse en bicicleta por su ciudad; Amalia también se movía libremente para ir a la universidad, sin guardaespaldas. Hoy no son libres.
Amalia iba a compartir piso en Ámsterdam e iba a llevar una vida social con sus compañeros de carrera. Pero ya no puede ser: "No ha salido de casa. Eso tiene enormes consecuencias para su vida. Eso significa que ya no vive en Ámsterdam y en realidad no puede salir", dijo la reina Máxima.
