Invitado a “PH, Podemos Hablar”, Rodrigo Lussich habló de la dura infancia que vivió entre los años en los que se crió sin la presencia de su madre y la llegada a Buenos Aires desde Montevideo teniendo que trabajar a los doce años. “La concepción de familia, a los cuatro años, más allá de la vida nómade que vino después, se terminó porque mis viejos se separaron”, comenzó a relatar en el ciclo de Telefe.
“Ellos hicieron lo que pudieron”, definió el conductor de “Intrusos” que aseguró que su pasado se dio en un contexto particular de Uruguay, cuando acontecía la dictadura militar, y sus padres buscaban romper con las estructuras. “Eran medios hippies”, argumentó.
La situación de “abandono” de su mamá
“Cuando se separa de mi papá, algo tenía que romper con una estructura de familia que no bancaba y se fue con una compañía de teatro a Brasil a trotar los mundos. Yo, que tenía unos cuatro años, me quede solo con papa. No siento que eso me marcó desde un lugar solemne o trágico, pero claramente produjo su efecto”.
“Yo no me siento abandonado, sí lo llevé a terapia tuvo que ver con entender y perdonar desde un lugar que hizo lo que pudo y no hacer de eso una cuestión de resentimiento. Hay un trabajo. Seguramente la terapia es el lugar que encontré para pasar esas situaciones”, afirmó.
La llegaba a Buenos Aires y el “rebusque”
El periodista recordó que cuando viajaron a Buenos Aires, ya con su mamá nuevamente en la familia, ella “se rompió el alma” para el bienestar de los pequeños. “Nosotros vendíamos café en la calle. Yo tenía doce años y a la mañana iba a la escuela y a la tarde salía con los bidones de café a la calle”, dijo.
“Ella se casó con un argentino y desde ese entonces esta con esa persona. Yo, lejos de cuestionarle, le agradezco. Lo que soy y lo que pude haber sido en la vida tiene que ver con haber pasado esas experiencias. Mis viejos me inculcaron el valor más importante: el de la libertad. Cuando sos libre realmente, el cielo es el límite. Eso se lo debo a mis viejos”, sintetizó.
