Este miércoles, Gran Hermano llegó a una nueva instancia decisiva con una prueba del líder muy peleada. Fueron Marcos Ginocchio y Romina Uhrig quienes se enfrentaron para convertirse en el primer finalista del programa. Se trató de un "juego de memoria" y no de destreza física, ya que los participantes debieron responder cuestiones relacionadas al reality y de cultura general.
Finalmente Marcos logró superar a la exdiputada y quedarse con el beneficio de salvarse de la placa. Mientras el conductor Santiago del Moro anunciaba que el salteño había pasado a la final, también indicó que Nacho, Julieta y Romina quedarán en la placa de forma directa y que este domingo, habrá una eliminación.
Durante su ingreso a GH, el participante fue uno de los que más incógnitas dio con su forma de ser. "Mi estrategia es ser yo mismo. La autenticidad es lo que vale en una persona. Lo que más importa son los seres queridos", había expresado en su presentación, al tiempo que se definía como alguien muy creyente en Dios y en la figura de la Virgen.
A lo largo del programa, "El primo" como lo denominaron se caracterizó por su bajo perfil, su ausencia de conflictos en la convivencia. En el reality, logró cosechar una gran amistad con Agustín, uno de los participantes más polémicos, pero a pesar de eso se convirtió en uno de los más queridos de la casa.
