Jennifer Lawrence asistió al Festival de Cannes para presentar Die, My Love, su nueva película dirigida por Lynne Ramsay, basada en la novela homónima de Ariana Harwicz publicada en el 2017. Durante su presentación, Lawrence habló sin filtros sobre su experiencia con la maternidad y el posparto.
La actriz, madre de 2 hijos, compartió un testimonio profundo y sincero sobre los cambios físicos y emocionales que atravesó.
Die, My Love, cuenta la historia de una mujer que, luego de dar a luz, atraviesa una profunda depresión postparto que va deteriorando su matrimonio en medio de una lucha por su salud mental. Durante la conferencia de prensa del nuevo fílm, Lawrence afirmó sentir una conexión muy personal con la trama.
La actríz definió a la maternidad y el postparto como dos momentos que forman parte de un proceso sobrecargado de diferentes sensaciones y cambios. Además, definió su experiencia como un período "extremadamente aislante" que se intensificó durante el rodaje de la película.
"Acababa de tener a mi primer hijo, y realmente no hay nada como el posparto. Es extremadamente aislante", aseguró. Además, Lawrence reveló que grabó la película estando embarazada de su segundo hijo, Cooke: "Tener hijos lo cambia todo. Cambia toda tu vida. Es brutal e increíble", confesó Lawrence.
"No sólo influyen en cada decisión sobre si trabajo, donde trabajo, sino que también me han enseñado. No sabía que podía sentir tanto, y mi trabajo tiene mucho que ver con la emoción", continuó.
La actriz definió a esa sensación como "una ampolla" en referencia a una situación sensible para afrontar. A su vez, afirmó que sus dos hijos cambiaron su vida "obviamente para mejor".
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