Valentina Godfrid y Sofi Elliot son hoy grandes referentes del amor libre y de la aceptación incluso tienen su propio canal de YouTube, con más de 220.000 suscriptores, pero no todo fue tan simple al comienzo.
Las actrices, en su canal tienen una seguidilla de vídeos que se llama ¿Cómo nos conocimos? y de esta forma empieza su historia de amor: "Nosotras somos actrices las dos, hicimos varias series de Pol-Ka juntas, también trabajamos en otras productoras, pero fue ahí cuando una directora de casting, Natalia Monteferrario, me hizo un comentario sobre Sofi", comienza a relatar Valentina y añade "Pero yo era heterosexual en ese momento, por lo que fue recién cinco años después que la encontré en Tinder, aunque la agregué a Facebook, y luego de un par de charlas por ahí salieron por primera vez."
Sofia quiso subir a la casa pero Valentina no la dejo, porque no estaba lista y ahí le aclaro: "Yo no soy una mujer para tener en el closet", refiriéndose a que ellas no iban a poder mantener una relación oculta.para ti
Lo próximo que sucedió fue que entablaron una fuerte amistad, se pedían consejos sobre otras personas con las que salían, y hablaban todas las noches a la distancia, día a día su amor crecía cada día más, aunque aun no se animaban a que su relación tome un tinte romántico.
Varios meses más tarde Valentina se dio cuenta que sentía cosas muy fuertes por Sofia y volvieron a salir pero ella sentía "no puedo salir del closet, no me voy a animar nunca a tener una vida pública con una mujer, a casarme, a convivir y empece a salir con un chico que conocí en Tinder también."
Y fue un 30 de noviembre del 2015, que salieron y nunca más se separaron. Las cosas evolucionaron, conocieron a sus padres y llegó la convivencia rápidamente, en febrero del 2016.
Una anécdota muy graciosa, que describe a la perfección su vínculo, es que Valentina se hizo las llaves de la casa de Sofia sin su permiso, pero a Sofia esa actitud, lejos de molestarle la lleno de amor:"Yo me di cuenta que había llegado a mi hogar, que fluyera tanto la convivencia y nuestra pareja", dice Valent y en ese momento Sofia agrega "Necesito que este cerca, disfruto de su compañía infinitamente, todo es más lindo con ella".
"Con ella empece a disfrutar de la vida, de la comida, cocinábamos juntas. Tenemos rituales de comida, de desayuno, de películas en el sillón", comentó Valentina Godfrid, quien tuvo que saber atravesar sus propios prejuicios para habitar el amor que se tenían. Una historia de lucha contra los paradigmas y contra si mismas. Derribar mitos, mandatos y estructuras las llevó a ser lo suficientemente libres para disfrutar de su relación.
El casamiento
La boda fue una pequeña ceremonia para los íntimos, convocó a 75 invitados, en un Restaurante de San Isidro, aunque el plan inicial era otro: "Nos queríamos casar en la playa, pero ese plan se pinchó y a último momento encontramos este lugarcito que nos encantó", contó Sofia en una nota con la revista Pronto.
"Qué difícil y que fácil fue llegar hasta acá, que difícil porque hay que ser muy valiente para enfrentar un mundo que piensa distinto y mostrar que simplemente esto es amor y que el amor es lo más hermoso del mundo. Y que fácil que fue porque estamos juntas", fue el discurso de Valentina mientras que Sofia escribió: "Te miro, nos miro y no lo puedo creer, sos un regalo de la vida, tu fuerza, pero sobre todo tu amor me dio las fuerzas para tener una vida plena."
Hoy buscan ser mamás para agrandar la familia y que el amor que se tienen se materialice en ese nuevo camino, aunque anuncián: "No todos tienen que querer maternar."
