Corría el año 2010 cuando Chloé Bello y Gustavo Cerati se encontraban en Venezuela, tras recorrer varios países de Latinoamérica en el marco de la gira solista del cantante, "Fuerza natural" y con 5 meses de relación. Fue ese el fatídico momento del ACV que dejaría todo en suspenso y sumiría al cantante, a su familia y a sus cientos de miles de seguidores en un letargo de 4 años esperando un milagro.
En ese momento ella, que se dedicaba al modelaje, tenía poco más de veinte años y mucho por vivir, aunque también, mucho vivido: había comenzado a trabajar como modelo poco después de terminar la secundaria. Ya a los 18 años había viajado sola a trabajar a París y conoció muy de cerca todo ese mundo: "La moda tiene grandes ventajas, como viajar y conocer un montón de lugares que tal vez ni sabías que estaban en el mapa, te hacés amigos por el mundo, te regalan ropa y maquillaje. Pero si yo tuviera hijos, no sé si me gustaría que se dedicaran al modelaje. Con el tiempo entendí por qué mamá (la ex modelo Nora Portela) quería que terminara el colegio antes de comenzar a trabajar. Es un mundo muy glamoroso, pero delirante. Me acuerdo en París, a los 18 años, cuando me pidieron que bajara cinco kilos para un desfile… ¡y yo ya era un palo! Mamá me dijo que me volviera inmediatamente, que saliera de ese horror. Se veían situaciones espantosas, de chicas que medían todo lo que comían y que dejaban de menstruar por el bajo peso. Por suerte nunca caí en eso porque mamá siempre me dio mucha seguridad, pero sí quemé varias etapas por arrancar a trabajar de chica" le dijo a La Nación en una entrevista que brindó el año pasado, tras no hacerlo durante 10.
Es que, según contó tiempo después, todo el proceso de la internación de Cerati fue muy complejo y doloroso para ella. En una entrevista que le brindó a Para Ti poco tiempo después del triste suceso, la modelo se refirió en ese momento a su relación con el músico, mientras y se mostraba dolorida por todo lo que se decía de ella en aquel entonces, llegando a sufrir un cuadro de estrés y depresión por el que tuvo que permanecer internada un tiempo.
Para tomar distancia de un contexto angustiante para ella, Chloé se alejó a vivir en diferentes ciudades del exterior. Aunque, durante los 4 años en los que Gustavo permaneció internado y hasta el momento de su partida definitiva, siempre permaneció al tanto de cómo se encontraba. "No voy a dejar de vistarlo nunca, obviamente. Pero tengo que hacer mis cosas. Igual, estoy todo el tiempo en contacto con sus allegados. Sé lo que está pasando las veinticuatro horas del día. De ninguna manera me desligo de ese tema", le dijo en 2011 a Para Ti.
El año pasado, y luego de varios de no dar entrevistas, contó algo de cómo era su presente a La Nación.
“Estuve muchos años como un fantasma, en los que incluso dejé de trabajar”, reveló recordando el tiempo de duelo tras la partida del músico y comentó que, con el tiempo, "fui sanando heridas, me fortalecí ante las críticas y tengo cosas lindas para contar relacionadas con mi carrera como actriz".
Además, compartió que durante los últimos años se dedicó a viajar y a perfeccionarse en la carrera de actuación: estudió en Los Ángeles, en Stella Adler Studio (en donde se formó Marlon Brando) también en Nueva York, en el estudio de Alan Gordon. "Era uno de mis sueños, y lo logré. Tuve la posibilidad de hacer un corto con el director Abel Ferrara –en 2019–, y también conocí al director Oliver Stone, con el que iba a hacer mi debut cinematográfico en una película protagonizada por Benicio del Toro, pero lamentablemente el proyecto se cayó y no sucedió".
En cuanto a la vida sentimental de Chloé, le costó mucho reponerse de la pérdida de Gustavo: "Es difícil, pero mi corazón sigue estando ahí con él, desde el primer día que lo conocí. Yo no volví a formar pareja. Todavía me siento en pareja. No estoy buscando novio. La verdad es ésa. Si tenés el corazón en un lugar, por más que no esté vívida la relación, los sentimientos están", le contaba a Para Ti casi un año después del ACV.
Tiempo después formó nuevamente pareja y estuvo nueve años junto a Nicolás Barlaro, productor del festival de música electrónica Ultra Music. El año pasado, reconoció estar saliendo con el director publicitario Milton Kremer, aunque sin brindar mayores detalles de su intimidad.
"Tengo 33 años, pero por todo lo que viví podría tener 70. Hoy tengo un nuevo mundo interior, que vino con el correr del tiempo. Busco conocerme un poco más todos los días. Tuve varios terapeutas y me peleé con todos. No me gusta revolver el pasado, porque la pose de víctima eterna sólo hace que te aferres aún más al dolor", reconoce aludiendo a los mecanismos que fue encontrando para sanar en todos estos años y añade: "Ahora estoy haciendo una terapia con Silvina Pozzo, que es counselor y psicodramatista. También empecé a meditar, todas las mañanas y las noches, y hago yoga".
En cuanto a su futuro, confiesa: "Mi sueño de toda la vida siempre fue ser actriz, y también me gustaría, al igual que mi mamá, vivir con animales rescatados y darles un hogar".
