Juan Alberto Mateyko marcó un hito en las épocas dorados de la televisión argentina… esos años del uno a uno en donde los artistas internacionales eran contratados con total normalidad y su voz era la encargada de darles la bienvenida. Desde hace 13 años se encuentra viviendo en la ciudad de Córdoba y no está para nada alejado de los medios.
Todas las noches, de 22 a 00 conduce La Movida de la Noche, su marca registrada, por la emisora local de Radio Mitre. Luego de su separación de Naanim Timoyco decidió buscar aire fresco en las sierras, lejos del caos de la ciudad y con el espíritu de arrancar una nueva vida.
El contacto con la naturaleza es uno de sus cotidianos: así lo demostró este sábado que, luego de la histórica nevada que atravesó esa zona del país, salió a correr por El Diquecito. “Hace bien estar en movimiento… ¡Hay que moverse!”, les pidió a sus seguidores de Instagram al compartir el video del trote.
“En mis ratos libres me gusta ir a nadar, ir al gimnasio, salir a caminar o encontrarme con amigos. No sé si tengo un millón de amigos, pero tengo varios”, contó. Un departamento ubicado en un piso 16 con vista a las sierras y al mítico estadio Mario Alberto Kempes es parte de su visual cada mañana.
La decisión de desembarcar en Córdoba no fue fácil ya que desde el lugar profesional le tocaba competir con una potente emisora como Cadena 3, pero no se equivocó debido a que desde su llegada a la provincia los números de audiencia Mitre no pararon de crecer.
Hubo dos personas que fueron fundamentales en este cambio radical: El Puma Rodríguez, que le dijo que “Córdoba es un país” y Palito Ortega. En una nota que le brindó a Clarín en 2018, el conductor reveló que el cantante argentino tenía un gran agradecimiento hacia esa provincia ya que fue allí en donde relanzó su carrera luego del fallido concierto con Frank Sinatra en el que perdió dinero.
“Córdoba es muy ‘radiera’ y este público me está descubriendo. Es muy especial: te ignoran o te incorporan… a mi creo que me están incorporando”, confesó a ese medio al reconocer que aún no se le pegó la clásica tonada.
Si bien viaja dos o tres veces al año a Buenos Aires, la pandemia y sus respectivas restricciones generaron la imposibilidad de hacerlo. Lógicamente, tampoco pudo ver a su hija Rosa, que vive en Barcelona. Es por eso que recibió en marzo una sorpresa muy especial por parte de sus amigos Palito y Evangelina Salazar.
El matrimonio invitó a Mateyko a cenar en un lujoso restaurante de Buenos Aires para que vea a su hija después de dos años. Estuvieron todos complotados para este momento que lo dejó realmente paralizado. En un video de redes sociales se pudo ver cómo su reacción mostraba lo inesperado del reencuentro.
