Horas antes de la tragedia que enluta al mundo del fútbol, Diogo Jota publicó en su cuenta de Instagram un video que parecía resumir uno de los momentos más felices de su vida. En las imágenes se lo ve junto a Rute Cardoso, su pareja de toda la vida, celebrando su casamiento.
Ella sonríe con un vestido blanco sencillo y elegante. Él la mira con ternura. Se besan. Se ríen. Bailan rodeados de familia y amigos. La música, las flores, la emoción.
Y debajo del video, una frase: “A day we’ll never forget” (Un día que nunca olvidaremos). Nadie —ni él, ni ella, ni quienes lo seguían— imaginaba lo que vendría después.
La frase que hoy duele leer
El posteo fue publicado apenas horas antes del accidente que le costó la vida. Acompañado de un emoji de corazón y otro de anillo, ese mensaje se convirtió en su última publicación en vida.
Y hoy, sus palabras tienen un peso distinto. “Un día que nunca olvidaremos”, escribió Jota. Y el mundo entero, ahora, tampoco lo olvidará. Pero no por las razones que él imaginó al escribirlo.
De la celebración al duelo
Diogo Jota y Rute Cardoso se conocieron antes de que él fuera una estrella del fútbol. Compartieron más de una década juntos y formaron una familia con tres hijos. El casamiento celebrado hace tan sólo 11 días fue el símbolo de ese amor consolidado.
Las imágenes del video muestran una pareja que se elige, que celebra, que proyecta. Que está viva.
Por eso, el contraste con lo que ocurrió días después resulta devastador. El futbolista falleció en un accidente de tránsito el 3 de julio, junto a su amigo André Silva, mientras viajaban por carretera hacia Inglaterra.
Reacciones al posteo: amor, dolor y conmoción
Tras conocerse la noticia de su muerte, miles de usuarios comenzaron a comentar en esa última publicación. Lo que antes eran mensajes de felicitación, hoy se convirtieron en expresiones de dolor.
"No puedo imaginarme el dolor de la madre de perder a sus dos hijos 🕊️🕊️, mis condolencias a su esposa y toda su familia.💔", se lee en uno de los comentarios. "Vuela alto diogo 😭", dice otro. Clubes, compañeros, fanáticos. Todos vuelven a ese video como quien busca una última señal, un último instante congelado en el tiempo donde todo estaba bien.
El posteo que se convirtió en testamento
Hoy, ese video de su boda ya no es solo un recuerdo familiar. Es el testamento emocional de Diogo Jota, su forma inconsciente de dejar registrado que el amor lo había alcanzado, que había sido feliz.
Y aunque la tragedia opacó lo que parecía el inicio de una nueva etapa, su despedida, sin saberlo, ya estaba escrita: “Un día que nunca olvidaremos.”
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