Existen diferentes formas de darle vida a un pasillo estrecho: desde pintar las paredes para crear efectos visuales hasta sumar diferentes accesorios decorativos, como bancos, cuadros o espejos.
Pero si hay un elemento que no falla es una linda alfombra. Y es que además de imprimir estilo y vestir este "espacio desafío", transmiten calidez y no se vencen con el tiempo (si su calidad lo permite, claro). Acá te compartimos los mejores tips para encontrar el modelo perfecto para tu pasillo.
Tamaño
Primero lo primero: el tamaño de la alfombra tiene que ser proporcional al del pasillo. Así que antes de salir en búsqueda del diseño ideal, asegurate de tomar las medidas correctamente.
Un tip: dejá varios cm a cada lado así la alfombra no roza la pared o los zócalos. Con que dejes unos 5 o 10 cm está perfecto.
También es importante que no sea demasiado corta. Si el pasillo es muy largo, podés optar por colocar dos alfombras o una súper larga para generar sensación de continuidad.
Color
Por lo general, los pasillos estrechos suelen ser oscuros. Si es tu caso, te conviene elegir una alfombra de colores claros para crear un efecto visual de más luminosidad. Eso sí: que sean fáciles de lavar ya que pueden ensuciarse con más facilidad.
Pero si en tu pasillo la falta de luz no es un problema, podés animarte a sumar una linda alfombra colorida o con diferentes patrones, tipo kílim.
Material
Lo pasillos suelen ser zonas de paso con mucho tránsito. Por eso conviene elegir alfombras de materiales resistentes. Fibras naturales, lana y vinilo son una buena opción.
Lo más importante: que sean antideslizantes.
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