Puede parecer un detalle menor, pero no lo es: el mueble vanitory es uno de los protagonistas del baño. Organiza, decora y, si lo elegís bien, puede hacer que un baño chico se sienta más amplio o que uno grande se vea más cálido y funcional.
La clave está en saber qué necesitás vos y tu espacio, y no solo guiarte por lo que se ve lindo en Pinterest o en la vidriera.
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Elegir un vanitory: lo primero que tenés que tener en cuenta
Antes de enamorarte de uno por su diseño, hacé foco en esto:
1. El tamaño de tu baño
Parece obvio, pero es el primer filtro. Medí bien el ancho, el fondo y el alto disponible.
- Si el baño es chico, elegí un vanitory angosto o flotante (los que no tocan el piso).
- Si tenés más espacio, podés jugar con modelos dobles, con más profundidad o hasta incluir una mesada XL.
2. Qué tipo de bacha querés
Hay vanitorys con bacha incorporada (todo en una sola pieza) y otros con mesada más bacha apoyada o embutida.
Las bachas de apoyo están re de moda y suman diseño, pero necesitás una mesada más ancha. ¿Querés algo fácil de limpiar? Las integradas son lo más práctico.
3. Cuánto espacio de guardado necesitás
¿Sos de acumular cremas, perfumes, maquillaje, toallas y mil cosas más? Entonces buscá uno con cajones profundos o puertas con estantes.
Si preferís lo minimalista, podés optar por uno liviano, tipo repisa con canastos o estantes abiertos.
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4. El estilo del baño
El vanitory define toda la onda del baño. ¿Lo querés moderno, rústico, clásico, nórdico? Hay opciones para todos los gustos: madera clara tipo escandinavo, laca blanca más minimal, hierro y madera si vas por lo industrial, o con detalles tallados si te va lo romántico.
5. El material del mueble
Acordate que en el baño hay humedad, así que necesitás materiales que resistan bien. Madera MDF laqueada, melamina, hierro pintado o incluso cemento alisado: todos pueden funcionar, según tu estilo y tu presupuesto.
Algunos plus que suman un montón
- Cajones con cierre suave (soft close): cero ruidos y más duración.
- Vanitory flotante: ideal para baños chicos, porque da sensación de amplitud y facilita la limpieza.
- Con estante abierto abajo: suma guardado visualmente liviano (y queda divino con toallas enrolladas).
- Con espejo a juego o con alzada: para lograr un conjunto armónico y aprovechar mejor el espacio.
Un vanitory que se adapte a vos (y no al revés)
No se trata de tener el vanitory de revista sino uno que se ajuste a tu rutina diaria, tu espacio y tu estilo deco.
- ¿Lo vas a usar todos los días? Entonces que sea cómodo.
- ¿Querés algo que destaque? Jugate con un diseño llamativo.
- ¿Tenés un presupuesto más acotado? Hay opciones simples pero funcionales que quedan hermosas con los accesorios adecuados.
Elegir el vanitory perfecto no es complicado, pero sí necesita que te tomes un ratito para pensar y analizar el detalle.
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