Los participantes del programa Intratables que conduce Fabián Doman por América, quedaron consternados con la declaración rotunda de Rodolfo Báque, abogado que representa a la enfermera Gisella Madrid.
El letrado fue rotundo: "Maradona si no hubiese estado en esa casa hoy estaría vivo... En cualquier casa del mundo, Shangai, Cuba, Japón...".
Y reveló que su clienta, la enfermera que fue contratada para estar al cuidado de Diego Maradona, no lo vio en ningún momento en sus últimos siete días de vida.
Sus dichos causaron sorpresa y estupor. Y el abogado contó que Madrid comenzó a trabajar con Maradona un día viernes. Ese primer día lo revisó, el fin de semana no trabajó y el lunes siguiente, cuando regresó, el futbolista le pidió que se fuera.
"El entorno le pide que se quede sin atender al paciente. Ella estuvo siete días sin atender al paciente y cumpliendo órdenes de la psiquiatra, Agustina Cosachov, que le indicaba la medicación... Es una orden que le da la psiquiatra avalada por el personal que estaba conviviendo con Maradona y enterado y avalado por el médico Luque", afirmó el abogado.
Báque volvió a repetir: "Cuando el lunes Maradona le pide a mi clienta que se retire, ella se queda cuatro horas esperando en el auto esperando que vuelva el reemplazo, y como no viene, le dicen "quedate"".
Y agrega: Maradona tenía asistente terapeútico 24 horas, lo despiden ese viernes y no es reemplazado por nadie".
Por otra parte, dice: "Gisella le dijo a la empresa donde trabaja que no tenía contacto con el paciente. A todos les escribió. También lo hizo cuando Maradona se cayó el miércoles anterior a su fallecimiento".
Enfatizó que el enfermero del turno noche, que se dejaba revisar por Maradona, registró "115 pulsaciones, 109 el día anterior, un día manifestó que tenía taquicardia". Y agregó: "Lo de la taquicardia se le informó a Luque y a la psiquiatra".
En defensa de los enfermeros aclaró que "son auxiliares y responden a las pautas que indica el médico".
Las declaraciones del abogado relacionadas con que la enfermera no revisó a Maradona durante los últimos siete días anteriores a su muerte, es revelador y explica por qué nadie controló al Diez desde las 6.30 hasta la hora en que lo encuentran muerto.
