La duquesa de Cambridge disfruta al meterse en la cocina. Se encarga de verificar qué comen sus hijos y le prepara tortas y galletitas a sus parientes reales. Kate tiene el combo completo: que sepa coser, que sepa bordar...
Se sabe, cuando tiene tiempo libre y está en casa, a Kate Middleton le gusta cocinar. La duquesa de Cambridge disfruta de esos pequeños momentos y así se le vio sonriendo en su última visita a Irlanda: Kate y el príncipe William cocinaron para chicos de un hogar.
Buen paladar
Los duques de Sussex disfrutan mucho de la comida. En Londres, por ejemplo, cuentan con una enorme oferta gastronómica. Pero además los duques recorren el mundo y prueban distintas cosas.
¿Qué comen? A Kate por ejemplo gusta de la cocina india y, en una visita a la Japan House londinese, el príncipe William reveló que la duquesa y él son fans del sushi.
Como en casa
Mucho se puede saber de la duquesa, ya que sus actividades y requerimientos suelen hacerse públicos: Kate no tiene restricciones alimenticias y, cada vez que te toca asistir a ferias y convenciones, la duquesa prueba todo. Así lo vimos en su visita a Irlanda donde cató feliz su cerveza típica.
Tanto le gusta la cocina que, mujer moderna, y en un ambiente donde todos lo tienen todo Kate acostumbra preparar galletitas, budines y detalles así para sus parientes reales en ocasiones especiales.
A la reina por ejemplo, suele guardarle su mejor chutney (receta de su propia abuela) como regalo de Navidad.
Hace poco, en el primer programa de radio en donde se la escuchó, Kate Middleton destacó su infancia. "Tuve una abuelita increíble, que pasaba mucho tiempo con nosotros, jugando con nosotros, haciendo manualidades, arte, jardinería y cocinaba con nosotros -recordó Kate-. Trato de incorporar muchas de las experiencias que ella nos dio a las de mis hijos hoy": es así, la duquesa cocina con sus hijos.
Y es que lo que comen sus hijos es muy importante para la duquesa. Es ella quien se encarga de las tortas de cumpleaños de los George, Charlotte y Louis. “Disfruto al prepararles las tortas. Se convirtió en una tradición y me quedo despierta hasta la medianoche con cantidades ridículas de mezcla para torta y para el glaseado. Siempre hago demasiado, ¡pero me encanta!”.
Mirá cómo cocinó en Dublín:
