La cena de Estado en honor al presidente francés Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte Macron, celebrada en el Palacio del Príncipe en Mónaco, fue escenario de una noche de lujo y sofisticación. Charlene de Mónaco y Brigitte Macron captaron todas las miradas con sus elecciones de moda, que combinaron la sobriedad del protocolo con la distinción de la alta costura.
Ambas mujeres apostaron por looks refinados, en línea con el carácter formal del evento. Aunque se trató de una cena de gala, el código de vestimenta fue de etiqueta black tie (traje oscuro para ellos y vestidos largos para ellas), lo cual implicó que, a diferencia de otras veladas reales, no se lucieran tiaras ni condecoraciones.



Brigitte Macron: elegancia atemporal en tono off white
Fiel a su estilo depurado y moderno, Brigitte Macron eligió un vestido off white de Dior, perteneciente a la colección Alta Costura Otoño 2023. De líneas limpias y diseño minimalista, la prenda destacó por su estructura impecable y por el carácter sobrio pero impactante que caracteriza a las creaciones de Maria Grazia Chiuri para la maison francesa.


La primera dama acompañó su look con un peinado recogido que dejaba el rostro despejado y un maquillaje sutil, en tonos neutros, que resaltaba su elegancia natural. Brigitte confirmó una vez más que la sencillez bien llevada es sinónimo de distinción.
Charlene de Mónaco: fuerza y sofisticación en rojo intenso
Por su parte, la princesa Charlene apostó por un imponente vestido rojo intenso, un color que suele elige para sus apariciones públicas -vistió de rojo en la final del Gran Prix de F1-, pero que en esta ocasión aportó fuerza, presencia y sofisticación. El diseño, de silueta entallada y escote cerrado, resaltó su porte y su estilo moderno y depurado.


El detalle más llamativo de su estilismo fueron los impactantes aros de diamantes de la firma Graff, que sumaron un toque de brillo y lujo. Su maquillaje, realizado por Irina Awad, se destacó por una piel luminosa, labios nude y un delineado definido que realzó su mirada.

Un encuentro entre naciones... y estilos
La visita del matrimonio Macron al Principado de Mónaco no solo tuvo relevancia diplomática, sino que también se convirtió en un momento icónico de la moda. La armonía entre las dos primeras damas y sus elecciones estilísticas dejó en claro que la sobriedad puede ser tan memorable como el exceso, cuando se maneja con gracia y seguridad.


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Sin dudas, esta cena estatal quedará en el recuerdo por el despliegue de estilo que tuvo como protagonistas a dos mujeres influyentes y elegantes, cada una con una impronta propia, pero unidas por la misma sofisticación.
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