La noticia sobre la usurpación de una de las propiedades de la madre de Graciela Alfano hizo que la artista reviva el tortuoso vínculo que mantuvo con la persona que le dio la vida. Lily murió en 2014 y, entre otras tantas cosas, fue la encargada de que la ex vedette se distancie por años de Nicolás Ruskowski, su hijo mayor.
“Ella me robó a ese hijo. Ella le hablaba mal de mí, generó una distancia fea durante muchos años y esto fue muy doloroso para mí, porque yo también era víctima. Él se oponía a mí. Pasé cosas dolorosísimas", confesó hace unos años cuando habló por primera vez de su dura infancia, los abusos y las torturas a las que fue sometida.
Mientras tanto, este miércoles volvió a tocar el tema, en “A la Tarde” por América TV: “Yo salí a la vida con esta carta y a mí no me gusta ser víctima. Me gusta penar que cada cosa que tuve que atravesar, por más que fue a una edad muy temprana, porque a los cuatro años vos decís cómo una niña puede estar defendiéndose de ese desastre…”, arrancó a relatar.
“Lo que hay que comprender es que, por más que mi madre no me amo porque no podía amar, era una persona particular con una emocionalidad corta o nula. Ella no podía amarme. Pero eso no impidió que yo la ame con toda mi alma. En los últimos momentos de su agonía en mi casa, cosas gravísimas hizo que me dolieron y mucho. Le dije que no iba a lograr que yo la odie, a pesar de todas las cosas que me decía”, confesó.
