El reconocido médico cirujano Pablo Bañares publicó recientemente en su cuenta de Instagram un mensaje que expone la cruda realidad que vive junto a su familia tras el grave accidente que sufrió su hijo Roque en enero pasado.
En su publicación, donde incluyó una foto de Roque, Bañares escribió: "De Brad Pitt a Stephen Hawking en un segundo, la operación salió bien, esperemos que ahora empiece a hablar, comer, moverse o algo. Gracias a Dios y a los médicos".
Y agregó, con dureza: "La gente que me dice que es una experiencia sanadora o un aprendizaje, se pueden ir a la mierda, lo dicen porque nunca les pasó algo así. No se lo deseo a nadie. Peor que esto que estamos viviendo no hay".
Estas palabras reflejan la profunda angustia y desesperación que siente un padre al ver a su hijo en una situación tan delicada, y cuestionan las frases de aliento que, aunque bien intencionadas, pueden resultar inapropiadas en momentos de tanto dolor.
Pablo Bañares y el difícil camino de la recuperación de su hijo
Roque, de 17 años, sufrió un grave accidente en Pinamar al caer desde un balcón, lo que le provocó una fractura en la base del cráneo y otras lesiones severas. Tras semanas en coma y múltiples intervenciones médicas, su estado ha mejorado, pero el camino hacia la recuperación completa es largo y lleno de incertidumbre.
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La familia Bañares ha recibido el apoyo de amigos, colegas y seguidores en redes sociales, quienes han expresado su solidaridad y buenos deseos.
Sin embargo, el reciente mensaje de Pablo Bañares pone de manifiesto que, más allá del apoyo externo, el dolor y la frustración persisten, y que cada palabra cuenta en momentos tan sensibles.
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