El distrés es lo que comúnmente llamamos estrés (o estrés negativo) y se trata de la respuesta desadaptativa, negativa o insana ante estímulos estresores. Es una tensión excesiva que puede llevar a la ruptura del equilibrio.
En cambio el eustrés es estrés positivo: es una reacción positiva ante un estímulo necesario para lograr un objetivo, lo que llamamos tensión normal. Es la tensión necesaria para el aprendizaje, la madurez y el desarrollo de la persona.
Teniendo en cuenta esta diferencia, entre estrés positivo y negativo, podemos decir que la forma en que nos alimentamos incide en el desarrollo del distrés y el eustrés.
Rutinas que nos ordenan y calman
Es importante tener una rutina alimentaria sana siguiendo estos consejos:
- Consumir alimentos variados y una dieta equilibrada y moderada durante toda la semana. Hacer por día 4 o 5 comidas breves, más dos colaciones.
- Elegir un desayuno consistente
- No ayunar ni saltear comidas
- Intentar que no pasen tres horas antes de volver a comer, y no hacerlo antes de una hora y media después de haber ingerido alimentos.
- Beber abundante agua (2 o 3 litros por día)
- Reducir el consumo de azúcares refinados, golosinas, alcohol y grasas.
¿Qué consume una persona estresada?
Ingiere alimentos fríos, enlatados, comida rápida, aperitivos alcohólicos y gaseosas. Estos productos no tienen valor nutritivo.
Por eso hay que evitar:
- Alcohol: Es común recurrir a él como modo de superar los problemas. Si su ingesta supera ciertos límites se intensifica el distrés
- Cafeína: Su consumo en exceso perjudica la salud por la gran cantidad de grasas y azúcares, y debido a que puede provocar insomnio.
- Grasas: Los alimentos precocidos y de rápida elaboración que se consumen de manera rápida contienen altos niveles de grasas saturadas e hidrogenadas, sal, conservantes y otros aditivos.
- Alimentos ricos en azúcar: Cuando ante un estresor se activa en la persona el mecanismo de lucha o huida, las hormonas vierten al flujo sanguíneo altas cantidades de azúcar para adicionar energía. Esta secreción hace que el organismo exija un reemplazo de la provisión que se consumió. Así, la persona ingiere alimentos dulces aumentando su nivel de azúcar en sangre y energía, los que aumentan bruscamente y también pueden descender bruscamente, haciendo que el cuerpo pida nuevamente más azúcar, produciendo una sensación de irritabilidad y agotamiento.
Alimentos que evitan y alivian el estrés
- Carbohidratos (cereales, arroz, pastas, pan, papas, etc.): Proporcionan energía de combustión lenta al cuerpo, lo que resulta beneficioso para el metabolismo.
- Frutas y verduras: Contienen importantes vitaminas y minerales, necesarios para el refuerzo del sistema inmunitario que se debilita en situaciones distresantes.
- Infusiones: La manzanilla, melisa, la verbena, el tilo, flor de lima o de naranja, tienen un efecto sedante y ayudan a reducir la ansiedad.
- Comidas ricas en triptófano: lácteos, huevos, pescado, carnes rojas, cereales integrales, nueces, almendras, banana y lechuga.
Es clave armar tu dieta diaria incorporando los alimentos recomendados y evitando aquellos que producen estrés, para tener una mejor calidad de vida.
