A veces la ficción se confunde con la real life. O al revés: cuando las historias de amor comienzan en el set de filmación. Como la del actor inglés Kit Harington y la actriz escocesa Rose Leslie (ambos de 31 recién cumplidos), que se conocieron en medio del rodaje de Game of Thrones, donde protagonizaron a una de las parejas más queridas de la serie: la de Jon Snow e Ygritte, la salvaje habitante de las tierras más allá del Muro, que se convierte en el primer amor del “bastardo”.
El sábado 23, después de seis años de relación y para continuar con el encanto de los reyes y reinas de la serie, los novios dieron el sí en un majestuoso castillo escocés, propiedad de la familia de la novia. A tono con el escenario principesco, la novia eligió un glamoroso diseño de mangas largas color marfil, con capa de tul y aplicaciones florales bordadas; un vestido vintage, creación del prestigioso diseñador libanés Elie Saab. Además, el velo, muy a la europea, se destacó como una obra de arte.
Por su parte, Harington (hijo de un barón y empresario retirado y de la escritora Deborah Jane Catesby) estuvo a la altura de las circunstancias con un chaqué clásico. Fiel a la tradición, el padre de la novia, el concejal conservador Sebastian Arbuthnot-Leslie, llevó a su hija al altar con la típica pollera escocesa. El grupo británico Mumfort & Sons, que la pareja adora, tocó para ellos.
DE LA FICCIÓN A LA REALIDAD. Como era de esperar, entre los más de doscientos invitados a la celebración no faltaron los integrantes del elenco de la multipremiada serie de HBO, como Peter Dinklage, Maisie Williams, Sophie Turner y Emilia Clarke. De hecho, el mismísimo novio le pidió al director de la serie (que espera el estreno de su octava temporada para abril de 2019) que suspendiera un día el rodaje y organizara las agendas de sus compañeros de grabación para que pudieran estar presentes en la boda.
“Le dije ‘me voy a casar y, en parte, es culpa tuya”, arriesgó hace unos meses entre risas y con muy buen humor. Y el humor es algo que no falta en esta pareja.
Quién no recuerda la pesada –y para algunos macabra– broma que le hizo a su futura esposa: Kit puso una réplica de su propia cabeza ensangrentada en la heladera de la mansión de Inglaterra en la que ya convivían; se escondió y filmó su reacción. El video fue tan impactante que pronto se viralizó. “Ella se puso a llorar histérica y me advirtió que sí volvía a hacer algo así, me dejaba”. Evidentemente el amor fue más grande.
Es que más allá de la broma pesada, Leslie adora el romanticismo, la espontaneidad y audacia de su novio, que le propuso matrimonio en septiembre del año pasado: “Había pensado en todo. Pensaba colgar luces en algunos árboles y hacer todo súper romántico, pero no pude esperar. Le hice la pregunta mientras estábamos en un campo, charlando bajo el cielo estrellado, alrededor de una fogata, con vino tinto… no pude esperar”.
Ella no dudó un segundo en aceptar, aunque puso sus condiciones... ¡que no le contara nada de lo que pasa en Game of Thrones! Fanática de la serie en la que participó hasta la cuarta temporada, Rose no se pierde ningún capítulo.
Por ahora la luna de miel tendrá que esperar: Kit tiene que continuar con la grabación de la serie. Ella, que ya tiene varios proyectos exitosos, tuvo una participación en Downtown Abbey y desde hace un tiempo tiene un papel en The Good Fight, la serie americana en la que interpreta a una joven abogada llamada Maia Rindell.
ELLA DERRITIÓ A SNOW. Kit y Rose se enamoraron a primera vista. Definitivamente, algo habrá tenido que ver la necesidad de demostrar que había buena química entre ellos en cada una de las escenas de GOT. Seguramente también ayudaron los paradisíacos escenarios de Islandia, uno de los lugares donde se grabó el drama épico.
Como confesó el actor: “El país es precioso, las luces del norte son mágicas y fue allí donde nos enamoramos. Si ya te atrae una persona y luego interpretas a su pareja en la serie, es fácil que te enamores”. Unos meses después de iniciado el romance en la pantalla, la pareja oficializó su relación y, más allá de algún que otro desencuentro, la pasión no paró de fortalecerse. Y aunque durante años prefirieron mantener un bajo perfil y no se mostraron en público demasiadas veces, el amor traspasó las cámaras y se convirtió en realidad, con un final mucho más feliz que el de la serie. ¡Bien por ellos!
Textos: Mara Derni ([email protected]) Fotos: Fotonoticias/ Gentileza HBO
