Bautizado Refugio, es un prototipo desarrollado dentro de una empresa especializada en construcción en seco. Una tipología mínima con el mismo concepto que una tienda de campaña pero con toda la infraestructura necesaria para una experiencia confortable.
Una vez terminado el proyecto, era interesante probar sus funcionalidades al aire libre.
Toda la estructura fue pre-montada hasta el lugar donde sería insertada: un sitio en el interior de la Serra Gaúcha, en Rio Grande do Sul.
La posición elegida fue estratégica: encajado entre árboles, insertado en un entorno existente y frente a un lago y un hermoso paisaje de la región del Valle de los Viñedos. La sensación que se tiene desde el interior del espacio es estar dentro de un barco, debido a la vista.
Para garantizar que la construcción fuera autosuficiente, la captación de energía solar fue el primer elemento considerado en el proyecto. La misma sirve para satisfacer las demandas de consumo de electricidad y calentamiento del agua.
El tejado a dos aguas con inclinaciones pronunciadas, garantiza un mantenimiento fácil, como la retirada de las hojas que caen de los árboles.
Toda su estructura es en sistema light steel-frame con perfiles estructurales de acero formados en frío, con aislamiento térmico en placas OSB y lana de vidrio, y cerramiento externo en tejas onduladas pre-pintadas, de color blanco.
El acceso al Refugio se realiza a través de un camino de basalto irregular -piedra típica de la región- y una plataforma de madera que se adentra en el lago, donde los usuarios pueden pescar o dar un paseo en canoa.
Internamente, el piso es de madera natural y hay un espacio compartido entre el living, la cocina equipada y el baño.
Para aprovechar al máximo el espacio y tener la sensación de una cabaña, no existen puertas entre estos ambientes.
En el altillo hay un espacio reservado para dormir con una ventana completamente de vidrio frente a la cama que brinda la sensación de estar en la copa de los árboles.
Con la intención de una construcción rápida, pre-montada y con la mayor autonomía posible, el Refugio puede ser replicado en varios terrenos y entornos diferentes.
Un espacio de aislamiento en contacto directo con la naturaleza. Un respiro de la rutina y un momento de descanso que puede ser acompañado por un buen vino de la región.
Ficha técnica
Ubicación: Bento Gonçalves, Brasil
Arquitectos: Oazo + Zanesco Arquitetura
Fotos: Ezequiele Panizzi
