Guardar la bicicleta en casa en ocasiones se vuelve un problema cuando no hay lugar o comodidad para guardarla.
Si bien no siempre es fácil encontrar un rincón que resulte cómodo, existen algunas posibilidades para sacarle el mejor provecho a tu espacio y tener un espacio donde colocarla que esté en sintonía con la decoración de tu hogar.
Por ejemplo, los soportes de pared se volvieron indispensables (sobre todo en espacios reducidos): los hay en diferentes modelos y materiales, como metal o madera.
Otra manera de sostener la bici es con ganchos que la sujetan en los puntos claves.
En paredes amplias está la posibilidad de sostenerlas en repisas reforzadas a la que se le puede sumar iluminación especial para generar un punto de atracción en el ambiente.
Otra opción es dejarla suspendida ya que es una buena alternativa para liberar aún más espacio útil en la casa. La forma más sencilla de hacerlo es poner dos ganchos en el techo para colgarlo boca abajo por las ruedas. En este caso, es necesario verificar que el techo sea resistente.
Por otro lado, los sistema de poleas permiten levantar la bicicleta sin tanto esfuerzo a la que se le suman ganchos colgando de una soga de nylon que pasa por otros ganchos atornillados (fijos) en la pared.
Más allá de qué tipo de soporte elijas, hay varias cosas a tener en cuenta:
-La limpieza de la bici: para que las para que las ruedas no ensucien las paredes, por lo que es fundamental que exista una distancia calculada o la posibilidad de pintar la pared en un tono más oscuro o recubrirla con algún otro material en el que se noten menos los roces.
-La forma de amurar los soportes: tienen que colocarse con idoneidad, haciendo uso de todos los instrumentos y herramientas necesarios para que el trabajo final sea perfecto.
