La 96º edición de los Premios Oscar fue una noche llena de emoción, pero el momento más esperado para los seguidores de la moda fueron glamurosas fiestas que le siguieron, donde las estrellas lucieron sus looks más atrevidos y originales. Sin embargo, el centro de atención indiscutible fue Demi Moore, la actriz estadounidense de 61 años, que deslumbró a todos con su vestido y su apariencia más joven que nunca.
Demi Moore llegó al Centro Wallis Annenberg para las Artes Escénicas de Beverly Hills para la clásica fiesta post-Oscar de Vanity Fair, posando junto a sus hijas Rumer, Scout LaRue y Tallulah Willis. Las fotos de la familia rápidamente inundaron redes sociales, con muchos comentando que Demi parecía más joven que sus propias hijas —y tenían razón—.
Demi Moore se llevó todas las miradas con un deslumbrante vestido marrón por Versace, que destacaba su impecable figura a los 61 años. Completó su look con unos super llamativos aros con pedrería y una cartera tipo clutch metalizado.
Su larga melena suelta y su maquillaje natural resaltaron todavía más su belleza, por lo que llevó a muchos a especular sobre si estuvo recurriendo a algún retoque para mantener su juventud mediante cirugías plásticas.
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