Varios momentos de tensión se vivieron en Gran Hermano, tras la expulsión definitiva de Juliana, participante que había llegado gracias al repechaje. Durante varios días, la joven filtró información importante que podía perjudicar el curso del juego.
Si bien, en un primer instante, se había decidido sancionarla (iba a estar en placa directa y no podría nominar), Gran Hermano optó por otra medida más fuerte. Frente a las constantes advertencias y la mala conducta de Juliana, que repetidas veces incumplió con el reglamento, se decidió expulsarla de la casa.
"Confesó en una charla con Maxi, que durante sus días afuera, mandó a gente a gritar diversos mensajes. Tras analizar diversas situaciones, Juliana he decidido tu expulsión", anunció Gran Hermano, despidiéndola sin dejar armarle las valijas. Esto repercutió en su novio, quien comenzó a llorar siendo abrazado por sus compañeros.
Maximiliano quedó devastado por la decisión del programa
"Son unos sor***. Me voy a la mierda. Iba a pasar mi cumpleaños, no podían esperar un poco", expresó Maxi, en una mezcla de bronca y dolor. En los primeros minutos, el participante se mostró con ganas de irse de la casa, pero fue sostenido por Thiago, Nacho y Marcos, quienes le advirtieron que no actuara en caliente.
Anteriormente, Juliana había quedado eliminada por el 57 % de porcentaje de votos negativos, siendo vencida por Nacho y Agustín, con quienes había compartido placa. Tras esa salida, Maxi había quedado muy enojado con el resto del grupo, ya que consideró traición que hayan nominado a su pareja.
