Entrevistada por Tomás Dente en su programa "Entre Nos", de Net TV, Marta González habló del durísimo momento de salud que está atravesando, enferma de cáncer de mama por cuarta vez.
Fue en diciembre cuando la actriz de 79 años fue diagnosticada nuevamente con la enfermedad, que ya atravesó en otras tres oportunidades. Sin embargo, según lo revelado en dicha entrevista, esta vez Marta se siente abatida.
"No quiero hacer doler a la gente que me rodea, no quiero que mi hija sufra, que mis nietos sufran, porque me ven cada vez peor", comenzó diciendo la querida actriz, cuyo hijo murió en 2001 en México a los 29 años, en un accidente vial.
"Me parece que lo mejor sería morirme de un síncope, la mejor muerte. No quiero ver gente sufrir porque uno está sufriendo. Yo tuve a mis dos padres que tuvieron una larga enfermedad y yo decía ‘pero este no es mi papá, no es mi mamá’, porque se convierten en una bolsa de dolor, y te da un dolor tan grande…", añadió.
Y con la emoción a flor de piel, habló de un fuerte deseo de volver a estar con su hijo. "Tengo la esperanza de verlo de nuevo a Leandro. En 2001 se fue. Yo estoy en el teatro y antes de salir a escena mi oración es ‘señor que la gente que vino se olvide de todo, disfrute este momento y por favor, ángeles, vengan, Leandro veni, asistime’. Y yo lo veo que me asiste", dijo con lágrimas en los ojos.
En su relato descarnado, la actriz -cuya hija, María Mercedes Sosa, también luchó contra un cáncer de mama- reveló no temer a la muerte. "No le tengo miedo a muerte, de verdad. Porque, además, tengo como la esperanza de que lo voy a ver de nuevo a Leandro. Cada vez falta menos, querido hijo. Fehacientemente, creo que va a estar mi mamá, mi hermano Gerardo, mi papá, Leandro…a todos los seres que amé", reveló.
Y agregó: "Creo que tiene que ver con las cosas que uno tapa de lo emocional. El año pasado, mi hija estuvo muy mal, y yo me trago las cosas, y esto, creo, que es producto de esto".
González también habló de la culpa que siente por su enfermedad. "El otro día leí que el cáncer es de las personas que no perdonan, y yo creo que hay cosas que no me perdono. No los otros, yo. Soy muy exigente conmigo mismo, y ahora digo cómo permití esto, cómo no reaccioné. Me culpo", dijo.
Y añadió: "La tengo a María, mi hija, que me está bancando económicamente, pero, además, está para mí, para sus hijos, para los pacientes (es partera), está para todos".
Por último, habló del duro momento anímico que está atravesando. "A veces uno se cansa, yo estoy un poco cansada, no tengo tantas alas. Tanta gente que quiero, la muerte a mi no me asusta, me asusta el sufrimiento. No quiero hacer doler a la gente que me rodea", concluyó.
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