Esta colección fue creada antes de que el mundo se revolucionara a causa del COVID-19, pero por sus colores y estilo, parece haberse anticipado al estado de ánimo mundial. Diseños sobrios y clásicos se reducen a lo esencial y demuestran que el nuevo lujo está al alcance de nuestras manos. Texturas preciosas como el encaje, el satén y el terciopelo elevan las prendas a su máxima potencia. La sastrería de los años 70 y 80 también estuvo presente con toques más modernos y estructuras más solidas. Una colección que se aleja del glamour pero se alía a una silueta actual y muy elegante.
Fotos: Fotonoticias