Durante el otoño, patios y jardines pueden llenarse de colores con algunas especies herbáceas perennes que desafían el termómetro y regalan unas bellísimas flores a todo color.
Es el caso de la flor de áster, una planta de exterior similar a la margarita que aparece al final del verano y continúa durante todo el otoño alegrando patios y jardines con sus diferentes tonalidades de violeta.
"Para quienes aman las flores tanto como yo, tomen nota porque esta herbácea perenne es digna de tener en el cantero", asegura en su cuenta de Instagram la paisajista Clara Marré (@en_raizar).
Originaria de Europa, es considerada símbolo de paciencia, elegancia y delicadeza. Su nombre deriva de un término griego que significa estrella, sus pétalos son estrechos y puntiagudos, y las flores nacen en forma de racimo.
Clara Marré recomienda colocar esta especie junto a otras que también florecen en otoño para darle una explosión de color y alegría al patio o jardín.
Sedum autumn joy, Penisetum moudry, Perovskias, stipas, Calamagrostis brachytricha y Aster blancos son algunas de las especies que quedan divinas junto a la flor de áster.
Cómo cuidar una flor de áster para luzca espléndida todo el otoño
Ubicación: colocarla en un espacio a pleno sol es un punto fundamental para su floración.
Temperatura: si bien soporta el frío, no tolera muy bien las heladas fuertes.
Riegos: deben ser frecuentes pero muy moderados ya que no tolera los encharcamientos.
Sustrato: prefiere un suelo fértil rico en nutrientes y con buen drenaje.
Fertilizante: si se desea, se le puede agregar compost.
