La realidad era mucho más dura que lo que mostraba la ficción que enamoró a toda una generación. Durante las largas horas de rodaje de La Familia Ingalls (1974-1983), había algunas tensiones entre los actores. Inesperadamente, una de las que tenía serios conflictos era Karen Grassle, quien le daba vida a la dulce Caroline Ingalls, una madre abnegada y esposa modelo que protagonizaba las escenas más tiernas de la historia.
La actriz de 79 años, publicó Bright Lights, Prairie Dust: Reflections on Life, Loss, and Love from Little House's Ma, su autobiografía, en la que revela oscuros secretos.
Cuando a Karen le ofrecieron el papel estaba en la bancarrota y peor aún, tenía una dependencia al alcohol heredada de su padre, que falleció de cirrosis. En alguna ocasión llegó en tal estado al rodaje que pidió al equipo de peluqueros y maquilladores que disimularan los estragos de la la resaca, que le ocasionaban vómitos, mareos, ojos hinchados y enrojecidos y piel cansada. A veces, hasta tenía problemas para recordar algunas frases del guión.
En los duros párrafos del libro, recuerda también su gran síndrome de abstinencia cuando se organizó una fiesta en el set: "Me tomé una copa de vino. La primera y la única vez que bebí mientras trabajaba, pero se desató el infierno. Cuando volvimos a grabar, yo solo podía pensar en la botella de vino y me preguntaba, '¿qué me está pasando? Fui al baño, me lavé la boca, salí a fumar, intenté distraerme como fuera, pero era imposible, mi cabeza me decía 'agarrá esa botella y tomátela toda'".
No obstante, en 1977 decidió tomar las riendas de su destino y enfrentar su adicción, para tomar un camino más saludable, ya que la muerte de su padre la dejó muy tocada. "No sabía que la bebida podía matar", confesó apenada.
Dado el éxito de la serie, la actriz decidió renegociar su contrato porque consideraba que estaba muy mal pagada, en comparación con Michael Landon que, como productor ejecutivo, se negó a conceder aumentos. "Michael no quería pagarme. Fue muy difícil", agrega.
La disparidad salarial que hoy es un tema que constantemente denuncian las actrices de Hollywood es una cuestión histórica: Grassle percibía entre 2.000 y 4.000 dólares por capítulo, mientras que Landon se embolsaba 175.000 dólares.
En un determinado momento, la vida sentimental de la actriz se tambaleó ya que estando comprometida tuvo un romance con Gil Gerard (78), protagonista de la serie Buck Rogers en el siglo XXV y ex marido de Connie Sellecca (66), la protagonista del serial Hotel.
Tras varias temporadas Karen logró un pequeño aumento en su sueldo, pero que aún estaba lejos de equipararse con el que percibía su coprotagonista. Al momento de fallecer a causa de un cáncer de páncreas en 1991, tenía una fortuna de 40 millones de dólares, mientras que hoy en día la de la actriz asciende a poco más de medio millón de dólares.
Como si todo esto fuera poco, el actor solía hacer bromas de mal gusto sobre ella con los compañeros masculinos, era algo sexista y poco a poco a 'Ma' se le fue relegando a un segundo plano hasta que su papel empezó a perder protagonismo, hasta su desaparición tras 182 episodios de los 204 totales.
A pesar de esos momentos dolorosos, la intérprete no le guarda rencor, ya que afirma que Michael "intentaba constantemente hacer reír a todos y hacerlos felices. Trabajaba duro y también podía estar malhumorado. Tenía mucha responsabilidad sobre sus hombros el primer año". La serie lanzó a la fama internacional a Melissa Gilbert (Laura Ingalls) y Melisa Sue Anderson (Mary Ingalls).
Poco antes del fallecimiento de Landon, los actores hicieron las paces por teléfono. En la actualidad, Karen ejerce esporádicamente como actriz, lee cuentos infantiles en YouTube y le encanta cuidar del jardín de su casa.
