Nico Riera (32) prueba el capuchino que le acaban de traer, lo saborea y comenta: “Hice un curso de barista y ahora disfruto mucho más de un buen café”. Suena su celular, lo mira, se ríe y explica: “Es el grupo de whatsapp de los chicos, no tienen paz”.
-¿Hablás de los protagonistas de Las estrellas? ¿Ustedes también tienen un grupo de whatsapp como las actrices del programa?
-Nosotros tenemos dos, estamos divididos por categoría: los sub 40 (Nico Francella, Nazareno Casero, Pedro Alfonso y yo) y los veteranos (Luciano Castro, Esteban Lamothe y Rafael Ferro).
-¿Y se llevan tan bien como ellas o entre ustedes sí hay competencia?
-¡Nos llevamos genial! Es un elenco increíble, divertido, ir a grabar es una fiesta… Con decirte que fue un año intenso, de mucho trabajo, con días largos en Pol-ka, pero yo no lo siento. Si hoy me decís: “Tienen que seguir seis meses más”, firmo sin dudar.
-¿No estás cansado y con ganas de irte de vacaciones?
-No, no… yo soy un bicho de televisión. A mí me gusta trabajar y no me pesan las jornadas largas, es algo que forma parte de mi vida. Igual, ya sabemos que el 30 de diciembre terminamos y, obvio, ya organicé mis vacaciones. Me voy a Punta del Este en enero y a Los Ángeles en febrero.
-¿Para marzo tenés alguna propuesta laboral?
-Sí, estoy súper entusiasmado con un proyecto muy lindo: voy a producir y protagonizar una película basada en un libro que escribió mi hermana, Jazmín Riera (21), que se llama Las reglas del boxeador. El libro ganó un premio en Guadalajara y, con ese dinero más lo que aporte un coproductor brasileño y otro mexicano que están interesados en participar del film, ya casi tenemos la inversión necesaria para empezar el rodaje.
-El verano pasado hiciste temporada en Mar del Plata con Casa Valentina. ¿Este año no tuviste propuestas de teatro que te interesaran?
-Lo de Casa Valentina fue muy loco porque me llegó de un día para el otro (debía reemplazar a un actor que dejaba la obra) y me dijeron: “Tenés que aprender el personaje en una semana”. Era un elenco súper groso y ya afianzado, y esa situación me generaba cierta inseguridad. Lo primero que hice fue ir a ver la obra, y cuando descubrí que tenía un monólogo en bombacha y corpiño, dudé: “¿Voy a poder hacer esto?”. ¡Era muy fuerte! Pero terminó la función y se me acercaron todos los actores a decirme: “¡Qué bueno que te sumás, Nico!”. Y ahí dije: “Listo, quiero trabajar con esta gente, me tiro a la pileta!” En bombacha y corpiño, claro (se ríe).
-Este año también incursionaste en el rubro gastronómico y abriste el restó Cherry sushi.
-Sí, eso fue una locura de un amigo que volvió de Japón enloquecido con el sushi y me convenció de asociarme con él y otro chico para abrir este restó. La realidad es que ellos lo manejan muy bien y yo sólo me ocupo de invitar gente y degustar piezas… ¡Para eso te aseguro que soy muy bueno!
-Si te pido que armes un roll, ¿sabes hacerlo?
-Olvidate: eso ya no es lo mío. Pero no descarto hacer un curso de sushi y convertirme en sushiman. Amo aprender cosas nuevas y diferentes. Ya te dije antes: hice curso de barista, también estudio astrología hace tres años; tomo muchas clases de teatro, canto y toco algunos instrumentos. Por otra parte, entreno bastante, empecé funcional porque me lesioné la rodilla y no puedo hacer jiu-jitsu –un arte marcial que practico hace cuatro años– y cuando puedo juego al fútbol. Soy un tipo muy inquieto.
-Pensar en un año sabático para vos sería algo imposible.
-Nooo, ¡me muero sin trabajar! Puedo estar un finde de lluvia encerrado en casa mirando series, obvio. Como cualquiera. Meto una maratón de 'Stranger Things' o 'Game of thrones' como un campeón. Pero tres días, no más. El cuarto día me levanto y digo: “¿Qué pasó? ¿Cuándo me convertí en larva?”
-Me sorprendiste con lo de la astrología… ¿Cómo te decidiste a estudiar esa disciplina?
-Todo fue por Augusto Fernandez, mi profesor de teatro. Él siempre vincula la actuación con la astrología, y yo lo admiro tanto, considero su voz tan autorizada, que un día le pregunté: “Debería estudiar astrología? ¿Me va a ayudar con la actuación?” Y él, sin dudar, me contesto: “Absolutamente”.
-¿Sentís que tenés muchas características de tu signo géminis?
-Sí, claro. Mi hiperactividad y esto de abrir un gran abanico de opciones que van desde practicar jiu-jitsu hasta lanzarme como productor de una película es muy geminiano.
-Todavía no hablamos de amor… ¿estás en pareja?
-Ahora estoy solo.
-¿Y qué te enamora de una mujer?
-A mí todas las mujeres me parecen atractivas, yo a todas les encuentro algo. Pero no tengo un tipo en especial. Estuve con chicas muy distintas entre sí, sin un común denominador. A lo mejor, si tengo que decirte algo que me atrae especialmente, es la espontaneidad; la mujer auténtica, natural, que no está en pose… Esa que no piensa todo dos millones de veces. Me aburre la mujer con mucho protocolo.
-¿Y cuando estás de novio cómo sos? ¿Te cuesta comprometerte o sos de los que se mete de lleno en la relación?
-Cuando estoy de novio soy el mejor novio del mundo, ¡impecable! (Se ríe) ¡Lo digo en serio! Ojo, no es que soy el típico romántico que te cae con flores, pero me gusta sorprender a mi chica con un regalo original, una salida especial… Le pongo mucho empeño al noviazgo. Me comprometo de verdad.
-Fuiste novio de la China Suárez (25), Silvina Escudero (34) y Rochi Igarzábal (28)… ¿Tenés debilidad por las actrices?
-Mmm… puede ser. Son tan difíciles las actrices, es un rubro muy complicado. Pero qué lindas son …
texto JULIANA FERRINI producción PILAR TESTA
