En Wonder Woman 1984, la última película de la saga protagonizada por Gal Gadot, hizo un cameo que enloqueció a sus fans. Hoy en día, a sus increíbles 69 años, Lynda Carter luce casi igual que cuando interpretaba a la heroína de DC Comic en la famosa serie de los ´70.

La actriz estadounidense no la pasó muy bien en sus comienzos y pudo revelar un par de años atrás, a raíz del movimiento #MeToo. Cansada de callar su tortuosa experiencia, contó al medio The Daily Beast que había sido “violada por un poderoso hombre de la industria que estaba siendo juzgado por sus actos”, aunque no quiso dar a conocer su identidad. “No me planteé demandarlo, ya lo han hecho otras mujeres por mí”. Para ella “no tiene sentido ni es necesario revivir todo aquello. Solo soy una cara más en la multitud de víctimas. No me gusta hablar de ello porque terminaría siendo mi historia, no la de decenas de mujeres. No es la historia de Lynda Carter, es la historia de un cerdo machista”.

Carter comenzó a ser conocida cuando se consagró como Miss USA en 1972, lo que la llevó a participar de Miss Mundo y a quedar entre las 15 finalistas. En solo tres años se convirtió en la actriz mejor paga de la televisión norteamericana, cuando quedó elegida para protagonizar la serie La Mujer Maravilla. En ese entonces, el acoso era moneda corriente durante los rodajes: “Había un camarógrafo que hacía agujeros en mi camarín para ver cómo me cambiaba. Lo descubrieron y lo echaron», dijo y añadió que el acoso sufrido le afectó a la hora de tratar con los hombres, ya que “siempre temía que intentaran algo”. La actriz comentó que en ese momento nadie se animaba a denunciar este tipo de episodios, porque generaban una ola de descrédito en el ambiente: “Te metían en una lista negra. Así que sabías que nadie te iba a creer y además ibas a perder tu trabajo”.

Estas situaciones más la repentina fama, le cayeron con todo su peso, llevándola al alcoholismo: “Es tan fuerte que te avergüenzas de ello y cuando tienes antecedentes familiares que te hacen más vulnerable a caer en la adicción, resulta devastador”, declaró la actriz que por la misma época acababa de casarse con su segundo esposo, el abogado Robert Altman. Con su apoyo y más el de sus dos hijos pequeños, logró rehabilitarse. “Fue un proceso duro, pero puedo decir que ya llevo más de veinte años sobria y me preocupo por hacer ejercicio y mantenerme saludable”, comentó a la revista People.

En la actualidad, la actriz oriunda de Arizona, se mantiene vigente en sus redes sociales y, además, canta jazz y blues. Editó más de diez álbumes, entre los que se encuentran At Last (2009), Crazy Little Things (2011) y Red Rock ´n Blues (2018), con los que ha realizado exitosas giras en su país.

En 2008 vivió un extraño episodio cuando navegaba en el río Potomac, en Washington: descubrió el cuerpo de un hombre y, como no tenía su teléfono móvil con ella, comenzó a gritar a unos pescadores que pasaban cerca, para que avisaran a la policía. Carter se quedó cerca del cuerpo hasta que llegaron los rescatistas al lugar. Al respecto, afirmó “No hice nada que no hubiera hecho otra persona”, pero lo cierto es que la heroína que supo ser personaje, había traspasado la pantalla.
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