Además de los múltiples beneficios que redundan de tenerlas cerca, las plantas se convirtieron en las mejores aliadas de la decoración y se apoderan de todos los ambientes de la casa, incluido el baño y la cocina.
Si bien existen muchísimas especies divinas, de moda y resistentes, todas coinciden en algo: necesitan de cierto mantenimiento para poder sobrevivir y mantenerse espléndidas. La buena noticia, es que existen otras "todo terreno" y aptas para principiantes u olvidadizos. Y la Calathea makoyana es una de ellas.
Perteneciente a la familia de las marantáceas, nuestra candidata de hoy es una planta herbácea perenne que se consagra como una de las especies más buscadas y deseadas de la temporada, gracias a su curioso y vistoso follaje, y a su increíble resistencia y escasos cuidados.
Nativa de América del Sur, en su hábitat natural puede alcanzar el metro de altura mientras que si se cultiva en interiores es posible que llegue a medir hasta 45cm.
Sus llamativas hojas de color verde claro y oscuro, son ovaladas y cuentan con un peciolo -lo que las une con el tallo- de color rojo.
Un dato curioso es que sus hojas pueden "enrollar" si les hace falta humedad ambiental, por lo que necesitan una frecuente pulverización.
Cómo cuidar una Calathea makoyana en interiores
- Luz y ubicación: prefiere un espacio bien iluminado pero evitando el sol directo y las corrientes fuertes de aire.
- Temperatura: las ideales oscilan entre los 15 °C y 21 ºC. No tolera el frío.
- Riego: deben ser moderados, evitando los encharcamientos. Se recomienda comprobar que los primeros 4 cm de la capa superior de la tierra estén secos antes de volver a regar. Es fundamental pulverizar sus hojas con frecuencia para mantener la humedad que necesita.
- Sustrato: liviano, fértil y con un buen drenaje.
- Fertilizante: se le puede aplicar uno especial para plantas verdes durante su época de crecimiento -primavera y verano-.
