Cuando baja fuerte la temperatura, también dan ganas de transformar la casa en un refugio cálido y acogedor. No hace falta gastar una fortuna ni hacer reformas: con algunos cambios simples, textiles estratégicos y detalles deco, podés sumar calidez a tus espacios y hacerlos más confortables para los días de frío.
Acá te compartimos ideas fáciles, accesibles y con mucho estilo para que tu casa también se vista de invierno.
Cómo sumar calidez en casa y hacerle frente al frío
1. Alfombras everywhere
Pies fríos, nunca más. Las alfombras son un must en invierno: retienen el calor, aíslan del piso y además suman mucha onda.
Podés poner una grande en el living, una más mullida en el dormitorio o incluso una chiquita en la cocina o el baño. ¡Sí, el baño también se abriga!
2. Cortinas que abrigan
Las cortinas gruesas o tipo black out no son solo para oscurecer: también aíslan del frío que entra por las ventanas. Si las tuyas son muy finitas, podés sumar un segundo paño encima o elegir modelos con doble tela. Quedan lindas y te salvan del chiflete.
También podés inclinarte por las famosas cortinas térmicas.
3. Textiles que abrazan
Mantas tejidas y de punto XXL, frazadas de lana, almohadones con textura… todo lo que sume suavidad y abrigo visual vale.
Apilalos en el sillón, al pie de la cama o en una canastita a mano. Además de funcionales, hacen que el ambiente se vea mucho más cálido y acogedor.
4. Tapá las rendijas
Parece obvio, pero muchos lo olvidan: los burletes en puertas y ventanas hacen una diferencia gigante. Con poco gasto y en minutos, evitás que se escape el calor (y que entre el frío).
También podés usar esas almohadillas tipo “churro” que se apoyan en el piso. Práctico y efectivo.
5. Iluminación cálida
Nada genera más sensación de abrigo que una luz cálida y tenue. Cambiá las lámparas frías por luces más amarillas, usá veladores o guirnaldas LED. La luz suave no sube la temperatura, pero sube el mood.
6. Cerrá puertas y abrí solo las que necesitás
Parece obvio, pero muchas veces lo pasamos por alto: mantener cerradas las puertas de los ambientes que no estás usando ayuda a conservar el calor en los espacios que sí estás habitando.
Es un tip simple, gratuito y súper efectivo para que no se disipe el abrigo de tu casa en pleno invierno.
7. Sumá verde (sí, plantas también)
Las plantas no suben la temperatura, pero mejoran la calidad del aire, hacen que el espacio se vea más vivo y dan esa sensación de “vida interior” que abriga el alma. En invierno, todo lo que sume calidez visual, suma.
Fotos: Pinterest.
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