Luis Novaresio (53) no trabaja de periodista, es periodista. “Casi todos los partidos políticos me han ofrecido unirme a sus campañas, pero hay un problema: me gusta demasiado lo que hago. Yo siempre quise ser periodista y no lo uso como un trampolín para hacer otra cosa”, explica con entusiasmo uno de los hombres más queridos de los medios de comunicación.
Oriundo de Rosario, Santa Fe, Luigi –como le dicen sus amigos – estudió Derecho y después se especializó en Comunicación, tanto en la Argentina como en el exterior. Empezó a los 21 años como notero del Canal 3 de su ciudad natal y nunca más paró. Hoy ejerce en la televisión (en Debo decir, los domingos a las 22 y Luis Novaresio Entrevista, de lunes a jueves a las 23, ambos por América), en medios gráficos (escribe para Infobae y para La Capital de Rosario) y en radio (hace 6 años conduce Novaresio 910 por La Red, programa por el que recientemente ganó el Martín Fierro de Oro).
“Parezco Polino, que siempre dice que tiene cinco trabajos”, bromea tratando de quitarle magnitud a su momento de gloria. Sin embargo, también asegura que no todo lo que brilla es oro: “Me levanto todos los días a las 4 de la mañana y, aunque trato de dormir siestas, siempre estoy a contramano. Es bastante inhumano. Y obviamente el cuerpo pasa su factura… Desde lo menos glamoroso, que es el dolor de ciático, hasta haber engordado 9 kilos (que ya bajé). Por eso empecé a ejercitar el músculo del NO. Ahora digo que no a todo lo que no puedo y no tengo ganas de hacer”.
-¿También trabajás de “famoso”?
-No, no hago presencias. Pero cada tanto doy charlas y conduzco eventos. ¡Muy pocos! Sólo si se relacionan con mi vida o si son de mi interés, por ejemplo, el último fue por los 150 años de La Capital de Rosario.
Poco se sabe de la intimidad de Novaresio. "Antes de venirme a Buenos Aires ya tenía mucha exposición en Rosario y a mi familia no le gustaba. Si bien ellos me apoyan y se ponen felices por mí, no la pasan bien con la notoriedad. Entonces, hicimos este convenio: yo me expongo, pero a ellos los cuido".
-¿Pero te importa la vida social?
-Sí, re. Mi mayor salida es ir al teatro, me fascina, así que voy siempre que puedo. Visito Rosario casi todos los fines de semana, me encanta viajar, tengo familia y amigos.
-¿Y tu corazón?
-No pienso contarte nada, creo que a la gente no le interesa esa parte de mi vida. Uno decide cuándo abrir determinadas puertas de su intimidad.
-¿Cómo te llevás con el cambio de rol, de entrevistador a entrevistado?
-Es algo que detesto. Doy muy poquitas notas porque no me gusta demasiado. Creo que los periodistas nos hemos vedettizado mucho. La vanidad y el egocentrismo están muy presentes entre nosotros. Y eso no está bueno.
-¿Sentís que en el ambiente de la política te pueden prejuzgar por haber entrevistado a gente como Silvia Süller o Wanda Nara en Desayuno Americano?
-No, para mí Desayuno fue una plataforma de trabajo increíble. Confieso que, cuando me llamaron, sentía que no tenía nada que ver conmigo y no me cerraba. ¡Pero ahora no tengo cómo agradecerle! Sobre todo a Pamela que fue muy generosa conmigo y encontró mi lugar.
-¿Qué descubriste del mundo de la farándula?
-Descubrí que hay un nivel de inseguridad y fragilidad en quienes lo integran muy notorio. Lo frívolo es la mirada, no el mundo.
-¿Quiénes son más frívolos: los políticos o las celebrities?
-Los políticos, por lejos, ¡por escándalo! El nivel de frivolidad de la política es impactante.
No te imagines que se me acercan políticos y me ofrecen camionetas. ¡Eso les pasa a las vedettes!
-¿Algún político te intentó comprar?
-Hubiera estado bueno para saber cómo funciona (se ríe), pero nunca. Una vez alguien me sugirió algo en Rosario … Pero fue tan vueltero que ni terminé de entender qué es lo que quería. No te imagines que se me acercan políticos y me ofrecen camionetas. ¡Eso les pasa a las vedettes!
-¿Hay políticos honestos?
-Sí, recontra.
-¿Sí?, ¿podés nombrarme a tres políticos 100% honestos?
-María Eugenia Vidal, Margarita Stolbizer y Toty Flores. También hay personas mucho menos notorias, como la gente que labura con Pino.
-Ninguno es ni fue presidente….
-Creo que llegar al poder supone arriar algunas banderas de principios importantes. Si no, no hay posibilidad de llegar.
LA ENTREVISTA DEL AÑO. Después de una larga temporada de silencio en los medios de comunicación, la expresidenta Cristina Fernández eligió a Novaresio como uno de los pocos periodistas que pudo entrevistarla durante su campaña electoral. “Fue súper inesperado, tuve que prepararla en tres días, así que armé 12 temas de los que quería hablar. No me pusieron ninguna censura, la única línea que bajaron fue que la nota tendría que durar 60 minutos, pero finalmente ella quiso quedarse y estuvimos dos horas hablando. ¡Yo me hubiera quedado seis!”, recuerda el rosarino sobre aquel 14 de septiembre de 2017. Y se lamenta:
Me hubiera gustado preguntarle sobre la tragedia de Once y me gustaría saber qué tiene para decir sobre el libro de Nelson Castro, que sostiene que sufre de bipolaridad
-¿Ella te impactó?
-Es imponente. Es una mujer de 63 años, ella misma me lo dijo, y está muy bien para su edad. Aunque me pareció overproduced, con un look excesivo. No tuvimos trato personal y ninguno de los dos estuvo cómodo. Ni ella conmigo ni yo con ella. No hubo una conexión más allá de entrevistada-entrevistador. Generalmente las mejores entrevistas surgen cuando no hay empatía con el entrevistado porque te permite estar frío para preguntar sin filtros.
-¿A quién te gustaría entrevistar?
-¡Hay miles de personas! Mi trabajo es buscar gente. Tengo pendiente hacerle una nota a Máximo Kirchner, que me dijo que no, a Mauricio Macri y obviamente me fascinaría entrevistar al Papa. Aunque creo que los personajes más ricos son los menos notorios.
-¿Soñás con un año sabático?
-En cuanto gane el Quini. Vos trabajás de esto, sabés cómo está la cosa… El trabajo está muy complicado, incluso en la tele. Y yo no tengo espíritu de rico, voy por lo seguro. Ahora invertí en lebacs a través del home baking y siento como si hubiera invertido en Wall Street (risas). Soy un animalito haciendo plata, soy pésimo.
-¿Qué balance hacés de tu 2017?
-Fue tremendo. Personalmente fue muy malo por la muerte de mi vieja. Me quedé literalmente huérfano y, cuando se mueren tus dos padres, te hacés adulto. Es una sensación difícil. Pero a nivel profesional fue increíble. Mis amigos creyentes dicen que fue mi vieja la que estuvo laburando para compensarme las amarguras
Texto: AGUSTINA D’ANDRAIA ([email protected])
