Jacques y Gabriella, los principitos de Mónaco, tuvieron que asumir un compromiso formal a pesar de tener solo 7 años y de tener a su mamá internada en una clínica de rehabilitación. Claro, estamos hablando de los hijos de la princesa Charlene de Mónaco, la soberana triste que se permanece ingresada en un establecimiento de lujo de Zurich, Suiza, que se dedica a la salud mental y a los desórdenes alimentarios.
Así las cosas, los niños asumieron la entrega de regalos que todos los años se realiza en Mónaco, pero esta vez acompañados de su tía Estefanía en ausencia de su mamá. Vale recordar que hace un año Charlene hizo la entrega junto a sus hijos, esa vez todos cubiertos con barbijos por la pandemia.
Este año los niños ejercieron el rol de ayudantes de Papá Noel en una de las principales tradiciones navideñas del principado que se llevó a cabo el 15 de diciembre. Llamó la atención la ausencia del príncipe Alberto en la ceremonia, el papá de los chicos, quien confió el cuidado de sus pequeños en su hermana menor, Estefanía.
Durante la ausencia de su mamá, Jacques y Gabriella debieron acostumbrarse a estar acompañados de sus tías -Carolina es otra de las hermanas de Alberto que suele estar presente-, y ya asumieron otros compromisos a pesar de su corta edad. Es más, en apenas 24 horas, han acudido a dos actos públicos, después de que el pasado martes acompañaran a su padre a la premiere de la película "Born in the land of Wolves".
Esta Navidad será especialmente triste para la familia Grimaldi, con la prolongada ausencia de Charlene, princesa que permaneció seis meses en Sudáfrica y que ahora, tras su esperado regreso a Mónaco, tuvo que ser ingresada a una clínica por no poder hacerse cargo de sus hijos.
