Siempre decimos que las cortinas tienen un poder único: transforman por completo el espacio y dan ese toque final que muchas veces hace falta. Y ni hablar de sus múltiples funciones, como mantener la intimidad, filtrar la luz, sumar calidez, aclimatar la casa, entre otras.
En las últimas décadas, uno de los "modelos estrella" son las cortinas de black out, una tela especial que contiene una capa gruesa de algodón y materiales aislantes, como el poliéster y el acrílico. Pero a pesar de ser una de las opciones más completas, tienen sus "mañas" a la hora de limpiarlas. Acá te contamos cómo hacerlo correctamente.
Antes de lavar cualquier cortina, siempre seguí los consejos de limpieza del fabricante.
Cómo limpiar la cortina black out
Antes de limpiar tu cortina black out es importante que chequees las indicaciones del fabricante para no cometer errores. No todos los modelos son iguales en cuanto a materiales y cada uno requiere de cuidados diferentes.
Si bien lo más recomendable, es realizar un service cada seis meses, también podés limpiarlas vos misma en casa:
- Opción 1: si no está muy sucia
1. Sin retirarla de su instalación, pasá una aspiradora por toda la superficie de la cortina para sacar el polvo.
2. Mezclá un poco de agua agua tibia con detergente para platos hasta lograr un agua jabonosa.
3. Humedecé un paño limpio en la mezcla y frotá con cuidado la cortina de ambos lados, de arriba hacia abajo. Asegurate de enjuagar cada tanto el trapo para no trasladar la suciedad de un sector a otro.
4. Una vez limpia toda la superficie, repetí el proceso pero ahora solo con un paño y agua limpia.
5. Dejá secar un par de horas. Y listo.
- Opción 2: si está muy sucia
Si la tela de tu cortina es black out lavable:
1. Descolgá la cortina extenderla sobre una superficie plana y limpia. Pasá la aspiradora por toda la cortina para retirar el polvo.
2. Llená la bañera con agua tibia y jabón para ropa delicada y colocá adentro la cortina black out. Dejá en remojo durante media hora aprox. para que se desprenda toda la suciedad.
3. Culminado ese tiempo, pasá por toda la cortina una esponja (si tiene alguna mancha puntual podés ayudarte con un cepillo de cerdas suaves).
4. Retirá el agua de la bañera y llenala nuevamente pero esta vez con agua fría para enjuagar la cortina.
5. Extendé por completo la cortina black out y dejala secar por unas tres o cuatro horas (si es al aire libre, tratá de que el sol no le dé directo). También podés dejarla secar en su soporte extendida, con la ventana entreabierta.
Si la tela de tu cortina es black out no lavable:
1. Descolgá la cortina y estirarla sobre una superficie plana y limpia.
2. Retirá con una aspiradora el polvo de toda la cortina.
3. Rociá con un producto antibacterial toda la cortina para eliminar posibles gérmenes y bacterias.
4. En una botella con rociador, colocá un poco de vinagre blanco y rociá toda la cortina. Asegurate de que sea poca la cantidad.
5. Pasá un paño suave y apenas húmedo por ambos lados de la cortina, y luego secá con otro trapo limpio.
6. Colgá la cortina y dejala extendida, con la ventana entreabierta y en un horario en el cual no reciba los rayos directos del sol.
